Nueva Biblia Latinoamericana
Pues por estos medios El juzga a los pueblos, Y da alimento en abundancia. (Job 36:31)
El cubre Sus manos con el relámpago, Y le ordena dar en el blanco. (Job 36:32)
Su trueno anuncia Su presencia; También el ganado, respecto a lo que se levanta. (Job 36:33)
Ante esto, también tiembla mi corazón, Y salta de su lugar.
Escuchen atentamente el estruendo de Su voz, Y el rugido que sale de Su boca. (Job 37:2)
Bajo todos los cielos lo suelta, Y Su relámpago hasta los confines de la tierra. (Job 37:3)
Tras él, ruge una voz; Truena El con Su majestuosa voz, Y no retiene los relámpagos mientras se oye Su voz. (Job 37:4)

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Job 37:1 - Referencia Cruzada

Dios es muy temido en el consejo de los santos, E imponente sobre todos los que están en Su derredor? (Salmos 89:7)
Aun cuando me acuerdo, me perturbo, Y el horror se apodera de mi carne. (Job 21:6)
Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que estaba en el campamento. (Éxodo 19:16)
Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo. (Salmos 119:120)
Me sobrevino un espanto, un temblor Que hizo estremecer todos mis huesos. (Job 4:14)
Y sólo yo, Daniel, vi la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse. (Daniel 10:7)
El SEÑOR respondió a Job desde el torbellino y dijo: (Job 38:1)
Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. (Mateo 28:2)
¿No Me temen?' declara el SEÑOR. '¿No tiemblan delante de Mí, Que puse la arena como frontera del mar, Límite perpetuo que no traspasará? Aunque se agiten las olas, no prevalecerán; Aunque bramen, no pasarán sobre ella. (Jeremías 5:22)
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A Tu voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos. (Habacuc 3:16)
De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron. (Hechos 16:26)
Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas, (Hechos 16:29)