Nueva Biblia Latinoamericana
Así Te bendeciré mientras viva, En Tu nombre alzaré mis manos. (Salmos 63:4)
Como con médula y grasa está saciada mi alma; Y con labios jubilosos Te alaba mi boca. (Salmos 63:5)
Cuando en mi lecho me acuerdo de Ti, En Ti medito durante las vigilias de la noche. (Salmos 63:6)
Porque Tú has sido mi ayuda, Y a la sombra de Tus alas canto gozoso.
A Ti se aferra mi alma; Tu diestra me sostiene. (Salmos 63:8)
Pero los que buscan mi vida para destruirla, Caerán a las profundidades de la tierra. (Salmos 63:9)
Serán entregados al poder de la espada; Presa serán de las zorras. (Salmos 63:10)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 63:7":

Charles Spurgeon
Personas favorecidas
En este artículo, Charles Spurgeon reflexiona sobre la importancia de tener un corazón recto para poder disfrutar del favor de Dios y la comunión con Él. El salmista anhela vivir en la presencia de Dios y bendecir siempre su nombre, incluso en momentos difíciles. Spurgeon nos invita a buscar la rectitud y la integridad en todas las cosas para poder disfrutar de la presencia y el favor de Dios.


Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Salmos 63:7 - Referencia Cruzada

Pero alégrense todos los que en Ti se refugian; Para siempre canten con júbilo, Porque Tú los proteges; Regocíjense en Ti los que aman Tu nombre. (Salmos 5:11)
No escondas Tu rostro de mí; No rechaces con ira a Tu siervo; Tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, Oh Dios de mi salvación. (Salmos 27:9)
Y David añadió: "El SEÑOR, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de la mano de este Filisteo." Y Saúl dijo a David: "Ve, y que el SEÑOR sea contigo." (1 Samuel 17:37)
el cual nos libró de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar. (2 Corintios 1:10)
Para el director del coro. Salmo de David. Oh SEÑOR, en Tu fortaleza se alegrará el rey, ¡y cuánto se regocijará en Tu salvación! (Salmos 21:1)
Para el director del coro; según tonada de "No Destruyas." Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, Porque en Ti se refugia mi alma; En la sombra de Tus alas me ampararé Hasta que la destrucción pase. (Salmos 57:1)
Que more yo en Tu tienda para siempre; Y me abrigue bajo el refugio de Tus alas. (Selah) (Salmos 61:4)
Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí. (Selah) (Salmos 54:3)
Guárdame como a la niña de Tus ojos; Escóndeme a la sombra de Tus alas (Salmos 17:8)