Nueva Biblia Latinoamericana
Porque Tus flechas se han clavado en mí, Y sobre mí ha descendido Tu mano. (Salmos 38:2)
Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado. (Salmos 38:3)
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; Como pesada carga, pesan mucho para mí. (Salmos 38:4)
Mis llagas huelen mal y supuran A causa de mi necedad.
Estoy encorvado y abatido en gran manera, Y ando sombrío todo el día. (Salmos 38:6)
Porque mis lomos están inflamados de fiebre, Y nada hay sano en mi carne. (Salmos 38:7)
Estoy entumecido y abatido en gran manera; Gimo a causa de la agitación de mi corazón. (Salmos 38:8)

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Salmos 38:5 - Referencia Cruzada

¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No médico hay allí? ¿Por qué, pues, no se ha restablecido la salud de la hija de mi pueblo? (Jeremías 8:22)
Oh Dios, Tú conoces mi insensatez, Y mis transgresiones no Te son ocultas. (Salmos 69:5)
Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día. (Salmos 32:3)
¿Dónde más serán castigados? ¿Continuarán en rebelión? Toda cabeza está enferma, Y todo corazón desfallecido. (Isaías 1:5)
Porque mis lomos están inflamados de fiebre, Y nada hay sano en mi carne. (Salmos 38:7)