Nueva Biblia Latinoamericana
Tu misericordia, oh SEÑOR, se extiende hasta los cielos, Tu fidelidad, hasta el firmamento. (Salmos 36:5)
Tu justicia es como los montes de Dios; Tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh SEÑOR, al hombre y al animal. (Salmos 36:6)
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. (Salmos 36:7)
Se sacian de la abundancia de Tu casa, Y les das a beber del río de Tus delicias.
Porque en Ti está la fuente de la vida; En Tu luz vemos la luz. (Salmos 36:9)
Continúa Tu misericordia para con los que Te conocen, Y Tu justicia para con los rectos de corazón. (Salmos 36:10)
Que no me alcance el pie del orgullo, Ni me mueva la mano de los impíos. (Salmos 36:11)

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Salmos 36:8 - Referencia Cruzada

En cuanto a mí, en justicia contemplaré Tu rostro; Al despertar, me saciaré cuando contemple Tu semblante. (Salmos 17:15)
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, Las moradas santas del Altísimo. (Salmos 46:4)
Como con médula y grasa está saciada mi alma; Y con labios jubilosos Te alaba mi boca. (Salmos 63:5)
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. (Juan 7:37)
He entrado en mi huerto, hermana mía, esposa mía ; He recogido mi mirra con mi bálsamo. He comido mi panal y mi miel; He bebido mi vino y mi leche. Coman, amigos; Beban y embriáguense, oh amados." (Cantares 5:1)
Todos los sedientos, vengan a las aguas; Y los que no tengan dinero, vengan, compren y coman. Vengan, compren vino y leche Sin dinero y sin costo alguno. (Isaías 55:1)
No mira a los arroyos, A los ríos que fluyen miel y cuajada. (Job 20:17)
Me darás a conocer la senda de la vida; En Tu presencia hay plenitud de gozo; En Tu diestra hay deleites para siempre. (Salmos 16:11)
Pues ¡cuánta es su gracia y cuánta su hermosura! El trigo hará florecer a los jóvenes y el vino nuevo a las vírgenes. (Zacarías 9:17)
No padecieron sed cuando El los condujo por los desiertos. Hizo que brotara agua de la roca para ellos, Partió la peña, y las aguas corrieron. (Isaías 48:21)
Después el ángel me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, (Apocalipsis 22:1)
Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sion, Y radiarán de gozo por la bondad del SEÑOR: Por el grano, por el vino y por el aceite, Y por las crías de las ovejas y de las vacas. Su alma será como huerto regado, Y nunca más languidecerán. (Jeremías 31:12)
El SEÑOR te guiará continuamente, Saciará tu deseo en los lugares áridos Y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado Y como manantial cuyas aguas nunca faltan. (Isaías 58:11)
El SEÑOR de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos, Un banquete de vino añejo, pedazos escogidos con tuétano, Y vino añejo refinado. (Isaías 25:6)
Cuán bienaventurado es aquel que Tú escoges, y acercas a Ti , Para que more en Tus atrios. Seremos saciados con el bien de Tu casa, Tu santo templo. (Salmos 65:4)
Me glorificarán las bestias del campo, Los chacales y los avestruces, Porque he puesto aguas en los desiertos Y ríos en los lugares desolados, Para dar de beber a Mi pueblo escogido. (Isaías 43:20)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados. (Mateo 5:6)