Nueva Biblia Latinoamericana
Bienaventurados (Felices) los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5:3)
Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. (Mateo 5:4)
Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra. (Mateo 5:5)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia. (Mateo 5:7)
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. (Mateo 5:8)
Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)

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Mateo 5:6 - Referencia Cruzada

pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna." (Juan 4:14)
Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre les dará, porque a El es a quien el Padre, Dios, ha marcado con Su sello." (Juan 6:27)
Vienen días," declara el Señor DIOS, "en que enviaré hambre sobre la tierra, No hambre de pan, ni sed de agua, Sino de oír las palabras del SEÑOR. (Amós 8:11)
¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre. ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen! Porque se lamentarán y llorarán. (Lucas 6:25)
Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol les hará daño, ni ningún calor abrasador, (Apocalipsis 7:16)
Por tanto, así dice el Señor DIOS: "Ciertamente Mis siervos comerán, pero ustedes tendrán hambre. Mis siervos beberán, pero ustedes tendrán sed. Mis siervos se alegrarán, pero ustedes serán avergonzados; (Isaías 65:13)
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, Tú eres mi Dios; Te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne Te anhela Cual tierra seca y árida donde no hay agua. (Salmos 63:1)
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Como el ciervo anhela las corrientes de agua, Así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía. (Salmos 42:1)
Como con médula y grasa está saciada mi alma; Y con labios jubilosos Te alaba mi boca. (Salmos 63:5)
A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES Y ha despedido a los ricos con las manos vacías. (Lucas 1:53)
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. (Juan 7:37)
Para decir a los presos: 'Salgan'; A los que están en tinieblas: 'Muéstrense.' Por los caminos pastarán, Y en todas las alturas desoladas tendrán sus pastos. (Isaías 49:9)
En cuanto a mí, en justicia contemplaré Tu rostro; Al despertar, me saciaré cuando contemple Tu semblante. (Salmos 17:15)
Yo soy el pan de la vida. (Juan 6:48)
Para que mamen y se sacien del pecho de sus consolaciones, Para que chupen y se deleiten de su seno abundante. (Isaías 66:11)
He entrado en mi huerto, hermana mía, esposa mía ; He recogido mi mirra con mi bálsamo. He comido mi panal y mi miel; He bebido mi vino y mi leche. Coman, amigos; Beban y embriáguense, oh amados." (Cantares 5:1)
Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo. (Salmos 84:2)
Todos los sedientos, vengan a las aguas; Y los que no tengan dinero, vengan, compren y coman. Vengan, compren vino y leche Sin dinero y sin costo alguno. (Isaías 55:1)
Cumplirá el deseo de los que Le temen, También escuchará su clamor y los salvará. (Salmos 145:19)
Cuán bienaventurado es aquel que Tú escoges, y acercas a Ti , Para que more en Tus atrios. Seremos saciados con el bien de Tu casa, Tu santo templo. (Salmos 65:4)
Porque El ha saciado al alma sedienta, Y ha llenado de bienes al alma hambrienta. (Salmos 107:9)
Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, Y torrentes sobre la tierra seca. Derramaré Mi Espíritu sobre tu posteridad, Y Mi bendición sobre tus descendientes. (Isaías 44:3)
Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán. (Lucas 6:21)
Los afligidos y los necesitados buscan agua, pero no la hay, Su lengua está reseca de sed. Yo, el SEÑOR, les responderé, Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. (Isaías 41:17)
Muchos dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?" ¡Alza, oh SEÑOR, sobre nosotros la luz de Tu rostro! (Salmos 4:6)
El SEÑOR de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos, Un banquete de vino añejo, pedazos escogidos con tuétano, Y vino añejo refinado. (Isaías 25:6)