Nueva Biblia Latinoamericana
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)
Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; El mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos. (Salmos 19:8)
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; Los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos; (Salmos 19:9)
Deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino, Más dulces que la miel y que el destilar del panal.
Además, Tu siervo es amonestado por ellos; En guardarlos hay gran recompensa. (Salmos 19:11)
¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme de los que me son ocultos. (Salmos 19:12)
Guarda también a Tu siervo de pecados de soberbia; Que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, Y seré absuelto de gran transgresión. (Salmos 19:13)

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Salmos 19:10 - Referencia Cruzada

Mejor es para mí la ley de Tu boca Que millares de monedas de oro y de plata. (Salmos 119:72)
Y al entrar el pueblo en el bosque, vieron que la miel destilaba, pero nadie se llevó la mano a la boca, porque el pueblo temía el juramento. (1 Samuel 14:26)
Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, Y adquirir inteligencia es preferible a la plata. (Proverbios 16:16)
No se puede dar oro puro por ella, Ni peso de plata por su precio. (Job 28:15)
Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino. (Salmos 119:127)
Bienaventurado el hombre que halla sabiduría Y el hombre que adquiere entendimiento. (Proverbios 3:13)
Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro, Y mi ganancia es mejor que la plata escogida. (Proverbios 8:19)
Del mandamiento de Sus labios no me he apartado, He atesorado las palabras de Su boca más que mi comida. (Job 23:12)
Como con médula y grasa está saciada mi alma; Y con labios jubilosos Te alaba mi boca. (Salmos 63:5)
¡Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras!, Sí, más que la miel a mi boca. (Salmos 119:103)
Reciban mi instrucción y no la plata, Y conocimiento antes que el oro escogido, (Proverbios 8:10)
Come miel, hijo mío, porque es buena; Sí, la miel del panal es dulce a tu paladar. (Proverbios 24:13)