Nueva Biblia Latinoamericana
En verdad yo sé que es así, Pero ¿cómo puede un hombre ser justo delante de Dios? (Job 9:2)
Si alguien quisiera discutir con El, No podría contestar ni una vez entre mil. (Job 9:3)
Sabio de corazón y robusto de fuerzas, ¿Quién Lo ha desafiado sin sufrir daño? (Job 9:4)
Dios es el que remueve los montes, y éstos no saben cómo Cuando los vuelca en Su furor;
El es el que sacude la tierra de su lugar, Y sus columnas tiemblan. (Job 9:6)
El que manda al sol que no brille, Y pone sello a las estrellas; (Job 9:7)
El que solo extiende los cielos, Y anda sobre las olas del mar; (Job 9:8)

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Job 9:5 - Referencia Cruzada

¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, te convertirás en llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de "¡Gracia, gracia a ella!"'" (Zacarías 4:7)
Y hubo relámpagos, voces (ruidos), y truenos. Hubo un gran terremoto tal como no lo había habido desde que el hombre está sobre la tierra; fue tan grande y poderoso el terremoto. (Apocalipsis 16:18)
Tembló la tierra; También se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; El Sinaí mismo tembló delante de Dios, el Dios de Israel. (Salmos 68:8)
Estos son los nombres de los hombres que estarán con ustedes: de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur; (Números 1:5)
Jesús les respondió: "En verdad les digo que si tienen fe y no dudan, no sólo harán lo de la higuera, sino que aun si dicen a este monte: 'Quítate y échate al mar,' así sucederá. (Mateo 21:21)
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, Y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; (Salmos 46:2)
Te vieron los montes y temblaron, El diluvio de aguas pasó; Dio el abismo su voz, Levantó en alto sus manos. (Habacuc 3:10)
A ustedes, montes, que saltan como carneros, Y a ustedes, collados, que saltan como corderitos? (Salmos 114:6)
En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11:13)
Pone el hombre su mano en el pedernal; Vuelca de raíz los montes. (Job 28:9)
El cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar. (Apocalipsis 6:14)
Sus pies se posarán aquel día en el Monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el Monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. (Zacarías 14:4)
En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron; (Mateo 27:51)
¿Quién midió las aguas en el hueco de Su mano, Y con Su palmo tomó la medida de los cielos, O con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra. Quién pesó los montes con la báscula, Y las colinas con la balanza? (Isaías 40:12)
Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. (1 Corintios 13:2)
Se detuvo, e hizo temblar la tierra, Miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, Se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos. (Habacuc 3:6)
habrá grandes terremotos, y plagas y hambres en diversos lugares; y habrá terrores y grandes señales del cielo. (Lucas 21:11)