Nueva Biblia Latinoamericana
Y el SEÑOR dijo a Satanás: "El está en tu mano; pero respeta su vida." (Job 2:6)
Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del pie hasta la coronilla. (Job 2:7)
Y Job tomó un pedazo de teja para rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas. (Job 2:8)
Entonces su mujer le dijo: "¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete."
Pero él le dijo: "Hablas como habla cualquier mujer necia. ¿Aceptaremos el bien de Dios pero no aceptaremos el mal?" En todo esto Job no pecó con sus labios. (Job 2:10)
Cuando tres amigos de Job, Elifaz, el Temanita, Bildad, el Suhita y Zofar, el Naamatita, oyeron de todo este mal que había venido sobre él, vinieron cada uno de su lugar, pues se habían puesto de acuerdo para ir juntos a condolerse de él y a consolarlo. (Job 2:11)
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo reconocieron, levantaron sus voces y lloraron. Cada uno de ellos rasgó su manto y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas. (Job 2:12)

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Job 2:9 - Referencia Cruzada

Ustedes han dicho: 'En vano es servir a Dios. ¿Qué provecho hay en que guardemos Sus ordenanzas y en que andemos de duelo delante del SEÑOR de los ejércitos? (Malaquías 3:14)
Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió. (Génesis 3:6)
Y dicen a Dios: '¡Apártate de nosotros! No deseamos el conocimiento de Tus caminos. (Job 21:14)
Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. (1 Reyes 11:4)
Todavía estaba hablando con ellos, cuando el mensajero descendió a él, y le dijo: "Mira, este mal viene del SEÑOR; ¿por qué he de esperar más en el SEÑOR?" (2 Reyes 6:33)
Y el SEÑOR dijo a Satanás: "¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro), recto, temeroso de Dios y apartado del mal. El todavía conserva su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa." (Job 2:3)
Sin embargo, extiende ahora Tu mano y toca su hueso y su carne, verás si no Te maldice en Tu misma cara." (Job 2:5)
Pero extiende ahora Tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no Te maldice en Tu misma cara." (Job 1:11)
El hombre respondió: "La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí." (Génesis 3:12)