Nueva Biblia Latinoamericana
Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los capitanes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. (2 Crónicas 33:11)
Cuando estaba en angustia, Manasés imploró al SEÑOR su Dios, y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres. (2 Crónicas 33:12)
Y cuando oró a El, Dios se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés reconoció que el SEÑOR era Dios. (2 Crónicas 33:13)
Después de esto, Manasés edificó la muralla exterior de la ciudad de David al occidente de Gihón, en el valle, hasta la entrada de la Puerta del Pescado; y rodeó con ella el Ofel y la hizo muy alta. Entonces puso capitanes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.
También quitó los dioses extranjeros y el ídolo de la casa del SEÑOR, así como todos los altares que había edificado en el monte de la casa del SEÑOR y en Jerusalén, y los arrojó fuera de la ciudad. (2 Crónicas 33:15)
Reparó el altar del SEÑOR, y sacrificó sobre él ofrendas de paz y ofrendas de gratitud; y ordenó a Judá que sirviera al SEÑOR, Dios de Israel. (2 Crónicas 33:16)
Sin embargo, el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque sólo al SEÑOR su Dios. (2 Crónicas 33:17)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Crónicas 33:14":

Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


Dr. Roberto Miranda
Nuestra fe debe afectar todos los aspectos de nuestra vida
Consejos sobre cómo la fe debe afectar todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestras creencias hasta nuestras decisiones públicas y políticas. Al renunciar al pecado y vivir según los principios espirituales, podemos recibir la bendición de Dios.


2 Crónicas 33:14 - Referencia Cruzada

Jotam edificó la puerta superior de la casa del SEÑOR, y edificó extensamente en la muralla de Ofel. (2 Crónicas 27:3)
Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido gozosos y se ha alborotado la ciudad. Este es el ruido que han oído. (1 Reyes 1:45)
La Puerta del Pescado la edificaron los hijos de Senaa. Colocaron sus vigas y asentaron sus hojas, sus cerrojos y sus barras. (Nehemías 3:3)
Los sirvientes del templo que habitaban en Ofel hicieron reparaciones hasta el frente de la Puerta de las Aguas, hacia el oriente y hasta la torre sobresaliente. (Nehemías 3:26)
y por la Puerta de Efraín, junto a la Puerta Vieja, junto a la Puerta del Pescado, y la Torre de Hananeel, y la Torre de los Cien hasta la Puerta de las Ovejas, y se detuvieron en la Puerta de la Guardia. (Nehemías 12:39)
Estos son los que sirvieron al rey, sin contar los que el rey puso en las ciudades fortificadas por todo Judá. (2 Crónicas 17:19)
Y Ezequías cobró ánimo y reedificó toda la muralla que había sido derribada y levantó torres en ella, edificó otra muralla exterior, fortificó el Milo en la ciudad de David, e hizo armas arrojadizas y escudos en gran cantidad. (2 Crónicas 32:5)
También reforzó las fortalezas y puso comandantes en ellas, y provisiones de víveres, aceite y vino. (2 Crónicas 11:11)
y el rey les dijo: "Tomen con ustedes a los siervos de su señor, hagan montar a mi hijo Salomón en mi propia mula y llévenlo a Gihón. (1 Reyes 1:33)
Ezequías fue el que cegó la salida superior de las aguas de Gihón y las condujo al lado occidental de la ciudad de David. Ezequías prosperó en todo lo que hizo. (2 Crónicas 32:30)
En aquel día," declara el SEÑOR "habrá gritos de auxilio desde la Puerta del Pescado, Y gemidos desde el segundo distrito, Y gran estruendo desde las colinas. (Sofonías 1:10)