La batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los Arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.
(2 Crónicas 18:34)
Entonces Josafat, rey de Judá, regresó en paz a su casa en Jerusalén.
(2 Crónicas 19:1)
Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: "¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto traer sobre ti la ira del SEÑOR?
(2 Crónicas 19:2)
Sin embargo, se han hallado en ti cosas buenas, porque has quitado las Aseras de la tierra y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios."
Y habitó Josafat en Jerusalén, y volvió a salir por entre el pueblo, desde Beerseba hasta la región montañosa de Efraín, y los hizo volver al SEÑOR, Dios de sus padres.
(2 Crónicas 19:4)
Puso jueces en el país en todas las ciudades fortificadas de Judá, ciudad por ciudad,
(2 Crónicas 19:5)
y dijo a los jueces: "Miren lo que hacen, pues no juzgan en lugar de los hombres, sino en lugar del SEÑOR que está con ustedes cuando hacen justicia.
(2 Crónicas 19:6)
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2 Crónicas 19:3 - Referencia Cruzada
Y el SEÑOR estuvo con Josafat porque anduvo en los primeros caminos de su padre David y no buscó a los Baales,
(2 Crónicas 17:3)
porque Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del SEÑOR, y a practicarla, y a enseñar Sus estatutos y ordenanzas en Israel.
(Esdras 7:10)
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno. Porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.
(Romanos 7:18)
Roboam hizo lo malo porque no dispuso su corazón para buscar al SEÑOR.
(2 Crónicas 12:14)
a todo el que prepare su corazón para buscar a Dios el SEÑOR, Dios de sus padres, aunque no lo haga conforme a los ritos de purificación del santuario."
(2 Crónicas 30:19)
Firme está mi corazón, oh Dios, mi corazón está firme; ¡Cantaré y entonaré salmos!
(Salmos 57:7)
Y todo Israel hará duelo por él y lo sepultarán, pues sólo éste de la familia de Jeroboam irá a la sepultura, porque de la casa de Jeroboam, sólo en él fue hallado algo bueno hacia el SEÑOR, Dios de Israel.
(1 Reyes 14:13)
Cuando él se humilló, la ira del SEÑOR se apartó de él para no destruirlo totalmente; además las cosas mejoraron en Judá.
(2 Crónicas 12:12)