Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Salomón fue a Ezión Geber y a Elot junto a la costa en la tierra de Edom. (2 Crónicas 8:17)
Y por medio de sus siervos, Hiram le envió naves y marinos conocedores del mar; y éstos fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y de allí tomaron 15.3 toneladas de oro, que llevaron al rey Salomón. (2 Crónicas 8:18)
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón. (2 Crónicas 9:1)
Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan difícil que Salomón no pudiera explicárselo.
Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado, (2 Crónicas 9:3)
los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos y sus vestiduras, y la escalinata por la cual él subía a la casa del SEÑOR, se quedó asombrada. (2 Crónicas 9:4)
Entonces dijo al rey: "Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de sus palabras y de su sabiduría. (2 Crónicas 9:5)

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2 Crónicas 9:2 - Referencia Cruzada

en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. (Colosenses 2:3)
A ustedes les ha sido dado el misterio del reino de Dios," les decía, "pero los que están afuera reciben todo en parábolas; (Marcus 4:11)
he hecho, pues, conforme a tus palabras. Te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti. (1 Reyes 3:12)
El que anda con sabios será sabio, Pero el compañero de los necios sufrirá daño. (Proverbios 13:20)
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5)
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Arroyo que fluye, la fuente de la sabiduría. (Proverbios 18:4)
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído de Mi Padre. (Juan 15:15)
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)
y sin parábolas no les hablaba, pero lo explicaba todo en privado a Sus propios discípulos. (Marcus 4:34)
Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar. (1 Reyes 4:29)