y para el servicio de la casa de Dios dieron 170 toneladas y 10,000 monedas (85 kilos) de oro, 1340 toneladas de plata, 612 toneladas de bronce y 3,400 toneladas de hierro.
(1 Crónicas 29:7)
Y todos los que tenían piedras preciosas las dieron al tesoro de la casa del SEÑOR a cargo de Jehiel el Gersonita.
(1 Crónicas 29:8)
Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al SEÑOR; y también el rey David se alegró en gran manera.
(1 Crónicas 29:9)
Y David bendijo al SEÑOR en presencia de toda la asamblea, y dijo: "Bendito eres, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos.
Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; Tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y Te exaltas como soberano sobre todo.
(1 Crónicas 29:11)
De Ti proceden la riqueza y el honor; Tú reinas sobre todo y en Tu mano están el poder y la fortaleza, y en Tu mano está engrandecer y fortalecer a todos.
(1 Crónicas 29:12)
Ahora pues, Dios nuestro, Te damos gracias y alabamos Tu glorioso nombre.
(1 Crónicas 29:13)
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1 Crónicas 29:10 - Referencia Cruzada
Ustedes, pues, oren de esta manera: 'Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea Tu nombre.
(Mateo 6:9)
Y que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia,
(2 Tesalonicenses 2:16)
Al cuarto día se reunieron en el Valle de Beraca, porque allí bendijeron al SEÑOR. Por tanto llamaron aquel lugar el Valle de Beraca (de Bendición) hasta hoy.
(2 Crónicas 20:26)
Porque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor.
(Isaías 63:16)
que decían a gran voz: "El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza."
(Apocalipsis 5:12)
Entonces el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí un gran ruido atronador: "Bendita sea la gloria del SEÑOR desde Su lugar."
(Ezequiel 3:12)
Bendito sea el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas.
(Salmos 72:18)
Allí levantó un altar, y lo llamó: El Elohe Israel (Dios, el Dios de Israel).
(Génesis 33:20)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
(1 Pedro 1:3)
Salmo de David. Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y bendiga todo mi ser Su santo nombre.
(Salmos 103:1)
Danos hoy el pan nuestro de cada día.
(Lucas 11:3)
Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!"
(Romanos 8:15)
Entonces David dijo a toda la asamblea: "Bendigan ahora al SEÑOR su Dios." Y toda la asamblea bendijo al SEÑOR, al Dios de sus padres, y se inclinaron y se postraron ante el SEÑOR y ante el rey.
(1 Crónicas 29:20)
Alabaré al SEÑOR mientras yo viva; Cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
(Salmos 146:2)
¡Bendito sea el SEÑOR para siempre! Amén y amén.
(Salmos 89:52)
Salmo de David. Con todo mi corazón Te daré gracias; En presencia de los dioses Te cantaré alabanzas.
(Salmos 138:1)
A todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
(Romanos 1:7)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
(Efesios 1:3)
Por tanto, al Rey eterno (de los siglos), inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(1 Timoteo 1:17)
A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(Filipenses 4:20)
y dijo: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que habló por Su boca a mi padre David y por Su mano lo ha cumplido, cuando dijo:
(2 Crónicas 6:4)
Y el hombre dijo: "Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel (El que lucha con Dios), porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido."
(Génesis 32:28)
Les dijo: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que habló por Su boca a mi padre David y por Su mano lo ha cumplido, cuando dijo:
(1 Reyes 8:15)