Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces los jefes de las casas paternas, y los jefes de las tribus de Israel, y los capitanes de millares y de centenares, con los supervisores sobre la obra del rey, ofrecieron voluntariamente sus donativos ; (1 Crónicas 29:6)
y para el servicio de la casa de Dios dieron 170 toneladas y 10,000 monedas (85 kilos) de oro, 1340 toneladas de plata, 612 toneladas de bronce y 3,400 toneladas de hierro. (1 Crónicas 29:7)
Y todos los que tenían piedras preciosas las dieron al tesoro de la casa del SEÑOR a cargo de Jehiel el Gersonita. (1 Crónicas 29:8)
Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al SEÑOR; y también el rey David se alegró en gran manera.
Y David bendijo al SEÑOR en presencia de toda la asamblea, y dijo: "Bendito eres, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos. (1 Crónicas 29:10)
Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; Tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y Te exaltas como soberano sobre todo. (1 Crónicas 29:11)
De Ti proceden la riqueza y el honor; Tú reinas sobre todo y en Tu mano están el poder y la fortaleza, y en Tu mano está engrandecer y fortalecer a todos. (1 Crónicas 29:12)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Crónicas 29:9":

Dr. Roberto Miranda
El valor de la generosidad y de la gratitud
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda explora el valor de la generosidad y la gratitud en el contexto de la ofrenda especial que David hizo al Señor. También destaca la importancia de tener un corazón contrito y humillado al ofrecer nuestras ofrendas al Señor y comprometernos a caminar en obediencia y gratitud.


Dr. Roberto Miranda
Generosidad y gratitud
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la generosidad y la gratitud en la vida de un creyente en Cristo, destacando la historia de David en Primera de Crónicas y la importancia de las ofrendas en la tradición del pueblo de Dios.


1 Crónicas 29:9 - Referencia Cruzada

Entonces celebrarás la Fiesta de las Semanas al SEÑOR tu Dios con el tributo de una ofrenda voluntaria de tu mano, la cual darás según el SEÑOR tu Dios te haya bendecido. (Deuteronomio 16:10)
Sabiendo yo, Dios mío, que Tú pruebas el corazón y Te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas cosas en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a Tu pueblo, que está aquí, hacer sus ofrendas a Ti voluntariamente. (1 Crónicas 29:17)
Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto. (Juan 15:11)
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. (2 Corintios 9:7)
Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aun más allá de sus posibilidades, dieron de su propia voluntad, (2 Corintios 8:3)
Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin han reavivado su cuidado para conmigo. En verdad, antes se preocupaban, pero les faltaba la oportunidad. (Filipenses 4:10)
Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de Tu poder; En el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; Tu juventud es para Ti como el rocío. (Salmos 110:3)
Hijo mío, si tu corazón es sabio, Mi corazón también se me alegrará; (Proverbios 23:15)
Cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: 'Alégrense conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.' (Lucas 15:6)
Mi corazón está con los jefes de Israel, Los voluntarios entre el pueblo. ¡Bendigan al SEÑOR! (Jueces 5:9)
Así que, hermanos míos, amados y añorados, gozo y corona mía, estén así firmes en el Señor, amados. (Filipenses 4:1)
Pero ahora Timoteo ha regresado de ustedes a nosotros, y nos ha traído buenas noticias de su fe y amor y de que siempre tienen buen recuerdo de nosotros, anhelando vernos, como también nosotros a ustedes. (1 Tesalonicenses 3:6)
Porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene. (2 Corintios 8:12)
Estén, pues, los corazones de ustedes enteramente dedicados al SEÑOR nuestro Dios, para que andemos en Sus estatutos y guardemos Sus mandamientos, como en este día." (1 Reyes 8:61)