Tu actitud determina tu destino
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En el Capítulo 13 del libro de Números, Dios ordena a Moisés que envíe espías para reconocer la tierra de Canaán antes de que los hebreos entren. Dios quiere que los hombres conozcan las condiciones y los enemigos que hay en la tierra para que estén preparados para las batallas que se avecinan. Este reconocimiento de la tierra muestra la importancia de estudiar las promesas y responsabilidades de Dios en nuestras vidas. Aunque habrá luchas y dificultades, es importante creer en Dios y saber que Él nos sacará adelante en todo.
El pastor habla sobre la importancia de tener una mentalidad de suficiencia en lugar de una mentalidad de carencia. La mentalidad de suficiencia es aquella que se enfoca en la provisión y abundancia de Dios, mientras que la mentalidad de carencia se enfoca en los problemas y obstáculos de la vida. El pastor anima a sus oyentes a cultivar una mentalidad de abundancia y a visualizar las bendiciones de Dios antes de que sean una realidad. También compara dos grupos de hombres que exploraron la tierra prometida en la Biblia, uno con una mentalidad de suficiencia y el otro con una mentalidad de carencia, y cómo sus actitudes determinaron su destino final.
La mentalidad de carencia se enfoca en los problemas y dificultades en lugar de en las bendiciones posibles. La mentalidad de suficiencia se enfoca en la fuerza y el poder de Dios dentro de uno mismo y se atreve a hacer cosas nuevas y grandes. Es importante ver cómo Dios nos ve a nosotros mismos y no enfocarnos en el pasado o las limitaciones autoimpuestas. Debemos creer en la provisión y el poder de Dios dentro de nosotros y no dejar que el diablo nos susurre mentiras. Si Dios está con nosotros, nadie puede estar en contra de nosotros.
No te enfoques en las dificultades de la vida, enfócate en Dios. Si Dios está contigo, Él ecualiza la batalla. Si Dios te ha dicho que sí, sigue adelante sin miedo. Si Dios te ha dicho que no, acepta su respuesta y busca otra dirección. En la vida del hijo de Dios no hay fracasos, solo experimentos que nos hacen más fuertes. Cultiva una mentalidad de suficiencia y confía en Dios. Recibe el espíritu de Josué y Caleb, que creían en las promesas de Dios y se atrevían a emprender cosas grandes. Dios está contigo y te llevará a la tierra prometida.Capítulo 13, Libro de Números. Vemos aquí la historia conocida de cuando Moisés, mientras los israelitas estaban en el desierto, y para los hermanos que no conocen la historia bíblica simplemente hacemos recuerdo. Los judíos, los hebreos estuvieron en Egipto por siglos, mucho tiempo cautivos allí en Egipto. Eran esclavos y en realidad Dios había permitido que ellos estuvieran en Egipto para que se hicieran una gran y poderosa nación.
Crecieran numéricamente y llegó el momento en que ya los hebreos habían alcanzado un número muy grande -1 millón y pico de personas- y Dios ahora quería sacarlos de Egipto. Y el Señor -ustedes recuerdan la historia- envió a Moisés como un libertador y sacó al pueblo hebreo de las garras de los egipcios y el propósito de Dios era llevarlos a Canaán, una tierra que Él les tenía reservada en otra parte del Medio Oriente. Y allí el Señor tenía reservado gran bendición, gran provisión, gran abundancia para el pueblo de Dios. Una tierra -dice que fluía leche y miel- de gran abundancia.