Una vida digna del Señor
Samuel Acevedo
(Audio: Español)
RESUMEN: El pasaje de Colosenses 1:9-14 nos muestra una vida digna del Señor. El primer paso para vivir esta vida es ser rescatado por Jesús de la potestad de las tinieblas y ser trasladado al Reino de Su Hijo amado. Una vez que estamos en este Reino, necesitamos llenarnos del conocimiento de la Voluntad de Dios en toda sabiduría e inteligencia espiritual para que podamos caminar de una manera que le agrade al Señor. Esto significa vivir nuestra vida de tal manera que complazca a Dios en todo lo que hacemos y llevando fruto en toda buena obra. Nuestra mayor preocupación debería ser si nuestra vida le agrada a Dios y si estamos llevando fruto en Su Reino.
La vida digna del Señor implica crecer en el conocimiento de Dios y llevar fruto en toda buena obra. Las pruebas son parte de este proceso y el Señor nos cubre con su fortaleza y nos infunde paciencia. También nos da gozo y nos hace aptos para participar en su herencia. Debemos dar gracias a Dios por todo y confiar en que nuestra victoria depende de Él. En resumen, una vida digna del Señor es una vida dedicada a complacerlo y crecer en nuestro conocimiento de Él.
La vida digna del Señor implica crecer en el conocimiento de Dios y llevar fruto en toda buena obra. Las pruebas son parte de este proceso y el Señor nos cubre con su fortaleza y nos infunde paciencia. También nos da gozo y nos hace aptos para participar en su herencia. Debemos dar gracias a Dios por todo y confiar en que nuestra victoria depende de Él. En resumen, una vida digna del Señor es una vida dedicada a complacerlo y crecer en nuestro conocimiento de Él.
Colosenses 1 comenzando con el versículo 9 al 14. Mientras buscamos ese texto si fuéramos a tomar una encuesta esta mañana y le pregunto: ¿por qué llegaste a la Iglesia esta mañana, por qué llegaste a este culto? Bueno Pastor porque el culto de las 9 me conviene, así puedo llegar al trabajo, almorzar o tal vez ustedes tienen razones más sublimes; Pastor: estoy enfermo y quiero que el Señor me sane, o Pastor: tengo un problemita legal y necesito que el Señor me ilumine o que el Señor me revele cómo navegar la ola. Pastor: mi hogar está pasando por una crisis y quiero que el Señor intervenga. Estas son razones.
Si usted ha llegado con esas razones, son válidas, bienvenidos. Pero muchos otros tal vez contestarían de esta manera: Pastor, estoy aquí porque quiero que Dios cambie mi vida. Quiero cambiar mi vida. Y francamente mis hermanos, en estos días de consolidación creo que podemos hablar con mucha autoridad que ese es el deseo de nuestro corazón, de que esta Congregación se llene de gente que vengan con ese deseo a la Casa de Dios.
Si usted ha llegado con esas razones, son válidas, bienvenidos. Pero muchos otros tal vez contestarían de esta manera: Pastor, estoy aquí porque quiero que Dios cambie mi vida. Quiero cambiar mi vida. Y francamente mis hermanos, en estos días de consolidación creo que podemos hablar con mucha autoridad que ese es el deseo de nuestro corazón, de que esta Congregación se llene de gente que vengan con ese deseo a la Casa de Dios.
