Dios quiere que vivamos vidas saludables
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El pastor habla sobre su experiencia en dirigir un retiro en España sobre el tema de la sanidad y la importancia de la salud espiritual. Comparte que Dios quiere que vivamos vidas saludables y que la vida cristiana es un proceso continuo de lucha entre el bien y el mal. Además, explica que Dios quiere que seamos transmisores de la vida de Dios y que la Biblia está llena de referencias hacia el carácter positivo de la vida cristiana. El pastor cita Efesios 1 para enfatizar la riqueza de la herencia que tenemos en Cristo Jesús.
En la vida cristiana, hay dos dimensiones: las promesas luminosas de Dios y la lucha y conflicto en un mundo caído. Los creyentes deben aprender a mantener el equilibrio entre estas dos realidades. La madurez de los hijos de Dios está en saber reconocer que habitan en un mundo hostil a los propósitos de Dios, pero que esto no neutraliza la bendición y la intención de Dios. En medio de la lucha, Dios está contigo y Él va a estar glorificándose en medio de tus aflicciones. Todo lo que sucede en tu vida puede tornarse en oro si tienes la perspectiva correcta y puedes salir victorioso de cualquier situación. Es importante aprender a navegar los tiempos de sequía y dificultad en la vida cristiana.
La vida cristiana es un zigzag entre momentos de bendición y momentos de prueba y dificultades, pero en todo el Señor es glorificado. Dios está comprometido en hacernos como Cristo, y a veces Él usará tiempos de bendición y otras veces tiempos de tratamiento para nuestra vida. En todo, debemos reconocer que Dios está glorificándose y abrazar eso. Si estás pasando por dificultades, confía en el Señor y no dejes de hacer el bien mientras estás batallando. Si estás en tiempo de victoria, celebra y agradece al Señor por esa bendición, pero atesora para cuando vengan los días malos. En todo momento, la gracia del Señor estará con nosotros.Quiero tomar un momento para retomar lo que inicié hace dos domingos antes de salir para España, les dije que iba a estar en España dirigiendo un retiro que se componía de tres días y varias intervenciones de mi parte, varios tiempos de enseñanza, y se me pidió que ministrara en el tema de la sanidad, y el tema era: Sanando heridas. Y pues yo nunca me había visto obligado a explorar este tema de la sanidad en una forma así, bien abarcadora, sino que lo que he hecho es predicar sermones aisladamente sobre el tema.
Las emociones es algo tan importante en la vida de los hijos de Dios y la sanidad de heridas de diferentes tipos de tragedias y pérdidas que experimentamos en la vida, y es importante que la Iglesia de Jesucristo le dé al pueblo de Dios herramientas para ser un pueblo sano, un pueblo saludable, un pueblo que refleje la riqueza y la bendición del Reino de Dios.