El valor de la alabanza y gratitud a Dios por las victorias
Faustino de Jesús Zamora VargasNecesitamos alabar a Dios. Está en nuestro ADN espiritual, no podemos evitarlo; la vida cristiana no tuviera sentido sin la alabanza y la adoración. Alabarlo en todo momento con acción de gracias.
Siempre que escucho el himno “Alaba a Dios” lloro como un niño, no lo puedo evitar, mi corazón se desgrana de gratitud por lo que Él ha hecho en mi vida. Sé que a ti te sucede igual cuando lo escuchas. Las experiencias espirituales más profundas las he vivido en la adoración. Ese nudo en la garganta y ese deseo de gritar ¡gracias Señor! no viene de emociones vacías sino de la acción del Espíritu.