Tenemos que regresar a Bet-el
Gilberto Samano(Audio: Español)
RESUMEN:
El predicador habla sobre la crisis espiritual que muchas personas experimentan y cómo a veces se conforman con las bendiciones robadas o prestadas, en lugar de buscar la bendición personal que Dios quiere darles. Se habla de Jacob, quien robó la bendición de su hermano, pero Dios lo bendijo de todos modos. El predicador enfatiza la importancia de regresar a Bet-el, que significa Casa de Dios, donde Jacob tuvo una visión de una escalera que unía el cielo y la tierra y Dios le hizo una promesa. También habla del monumento que Jacob erigió como una señal de su pacto con Dios y la importancia de buscar la gloria de Dios en nuestras vidas.
En el relato de Jacob y Bet-el, vemos que Jacob tuvo un encuentro con Dios en Bet-el y construyó un altar allí. Sin embargo, después de muchos problemas en su vida, Dios le habla de nuevo y le dice que regrese a Bet-el y construya otro altar. Jacob obedece y experimenta de nuevo la presencia y la bendición de Dios. La presencia de Dios se manifiesta cuando hay fe y adoración y alabanza a Dios. Es importante reconocer que Dios es el Rey de Reyes y es el Todopoderoso.
El sermón habla sobre la importancia de regresar a Bet-el, a nuestras raíces y a nuestra experiencia con Dios. Se enfatiza en la necesidad de reconocer que Dios habita en las alabanzas de su pueblo y que cuando lo alabamos, comenzarán a suceder cosas maravillosas. También se menciona la importancia de tener fe en que Dios está presente y de creer que Él está aquí para bendecirnos, levantarnos y sanarnos. Se invita a la congregación a regresar a su Bet-el para que Dios cambie su situación y se les recuerda que Dios conoce todo su pasado, presente y futuro. Se destaca la construcción de un nuevo templo como una señal de que en medio de las crisis hay un lugar donde está la presencia de Dios.En estos días, hermanos, hemos estado pidiéndole al Señor algo especial para nuestras vidas y para la vida de toda la Iglesia en general. Y, hermanos, hace algunas semanas estando en una reunión con el Pastor Roberto, allí al lado de mi trabajo, platicando de las cosas de Dios y del futuro de la Iglesia y algunas cosas que el Señor me dio un pensamiento, una inspiración a lo que vamos a estar hablando en esta mañana y pido sus oraciones, hermanos, para que Dios sea el que nos dirija.
Quiero agradecer mucho también a Dios por las ciudades de hombres de Dios en crecimiento, como decía el Pastor Omar, estos hombres Dios los está usando y preparando, son los guerreros, son los soldados que Dios está levantando y, hermanos, ¿cuántos van a orar por los hombres de Dios? Todos. Amén. Y también las mujeres y los niños, porque en verdad estamos en necesidad de que Dios levante guerreros listos para pelear la buena batalla de la fe y acercarse a Dios.