Guerra espiritual
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En este sermón, el pastor habla sobre la guerra espiritual y cómo estamos en constante lucha contra los poderes del infierno. Él usa el ejemplo del texto bíblico en 1 Reyes 20, donde el rey de Siria intenta destruir a Israel, y cómo Dios intervino para darles la victoria. El pastor también comparte su propia experiencia de tener una pesadilla sobre seres demoníacos que vigilaban sobre él. Él enfatiza que aunque estamos en guerra, tenemos a Dios mirando sobre nosotros y protegiéndonos. El pastor también habla sobre cómo el diablo tiene una controversia contra el pueblo judío y contra la iglesia en este tiempo, y cómo debemos estar preparados y vigilantes contra sus ataques.
En esta enseñanza, el pastor habla sobre la importancia de estar sobrios y vigilantes en nuestra vida espiritual. Compara la entrada de un germen en una herida con la entrada del enemigo en nuestra vida espiritual a través de una apertura que podamos tener en nuestra fe. Explica que al abandonar la protección que Cristo nos ofrece, nos abrimos a la ira del enemigo y debemos tener cuidado en mantenernos fuertes en nuestra fe para poder resistir sus ataques. El pastor también habla sobre la importancia de conocer los principios de la palabra de Dios para poder defendernos del enemigo y sobre la necesidad de mantenerse en forma espiritual, cultivando el poder de Cristo dentro de nosotros y viviendo una vida de santificación. Finalmente, menciona cómo el diablo quiere lo que tenemos y que debemos decidir qué hacer con sus peticiones y ofrecimientos, fortaleciéndonos en el espíritu y conociendo los principios de la palabra de Dios.
El diablo opera haciendo que reconozcamos principios espirituales que abren la puerta a cosas mayores. Cuando una sociedad reconoce legalmente un comportamiento en contra de los valores espirituales que Dios ha establecido, se abre una brecha por donde el enemigo puede entrar y establecer autoridad. Debemos resistir firmemente al enemigo y no darle cabida en nuestra vida. No podemos ser diplomáticos con el enemigo ni dejar que otros luchen nuestras batallas. La capacidad de nuestro corazón para creerle a Dios determina nuestra capacidad para acometer contra el enemigo. Cuando la iglesia lleva la batalla al enemigo, el enemigo tiene que huir. El poder de Dios está en nosotros y podemos contrarrestar el poder del diablo.
El poder de Dios está en ti y aunque el enemigo venga como león rugiente, el Señor está contigo. Es tiempo de resistir y reconquistar la tierra que el enemigo ha tomado en nuestras vidas. Tomamos autoridad en el nombre de Cristo sobre problemas familiares, enfermedades, finanzas, problemas mentales, emocionales y neurológicos. También reclamamos nuestra herencia y la de nuestra nación. Pedimos una fresca unción y una visitación de Dios. Declaramos el poderío de Cristo y renunciamos al poder del enemigo. Pedimos que Dios mate la tibieza y nos ayude a vivir apasionadamente para Él. Queremos ver la gloria y el poder de Dios en nuestras vidas.Capítulo 20, Primero de Reyes. Dice allí: “....Entonces Ben Adad, rey de Siria juntó a todo su ejército y con él a 32 reyes –imagínense qué gran ejército, 32 reyes- con caballos y carros y subió y sitió a Samaria y la combatió...”
Samaria era la capital del reino judío del norte. Israel estaba dividido en dos reinos: el reino del norte, cuya capital era Samaria, y el reino del sur, Judá, cuya capital era Jerusalén. Y este rey de Siria viene y rodea a esa ciudad de Samaria y combate contre ella.