Salud emocional y espiritual
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En esta meditación, el pastor habla acerca de la importancia de tomar toda la armadura de Dios para poder resistir en el día malo y estar firmes después de haber pasado por un proceso difícil. El día malo puede ser cualquier cosa que refleje el principio de maldad que rige este mundo, y Dios quiere que usemos todas las experiencias de la vida, buenas y aparentemente malas, para crecer y ser más como Cristo Jesús. Debemos ser obedientes y dejar que la cruz de Cristo cumpla su propósito en nuestra vida completamente. La Biblia dice que Cristo fue perfeccionado a través de las aflicciones, y así también nosotros podemos ser formados a través de las pruebas y dificultades.
Dios a veces permite que entren negatividades en nuestras vidas para tratar con nosotros y extraer imperfecciones. Pedro, uno de los grandes apóstoles, tenía un corazón maravilloso pero lleno de deformaciones de carácter, y Dios quería tratar con él. A veces, las pruebas dolorosas pueden ser de bendición si las discernimos como parte del propósito sagrado de Dios en nuestras vidas. Debemos dejar de interpretar las experiencias negativas como victimizantes y adoptar un marco de referencia que las vea como parte del propósito benévolo de Dios. Muchas veces, la ansiedad, depresión, insomnio y aflicciones físicas que experimentamos en la vida provienen de áreas que no le estamos cediendo al Señor para que Él las trate.
El discernimiento espiritual es esencial para nuestra vida emocional y espiritual. Muchas veces nuestras ansiedades, depresiones e insomnios vienen de áreas que no le estamos cediendo al Señor para que Él las trate. Dios quiere que seamos sanos y que inclusive podamos ayudar a otros a sanarse, pero hay un proceso formativo que Dios va a usar. Si pasamos por experiencias formativas y nos bebemos la copa hasta el final, saldremos más fuertes y saludables. Debemos pedirle a Dios discernimiento para entender nuestra realidad y la realidad de la vida con ojos profundos y espiritualmente sofisticados. Debemos examinarnos a nosotros mismos y entregarle al Señor aquellas áreas de nuestra vida que necesitan ser tratadas.
En esta oración, se pide a Dios que enseñe Su camino y se entregan todas las obsesiones y prácticas que no agradan a Dios. Se pide ser como Cristo y que la imagen de Él sea formada en la vida. Se pide perdón por las heridas y renuncia a todo lo que no refleje los valores del Reino de Dios. Se acepta el trato de Dios en la vida y se confía en que todo lo que suceda será para la gloria de Su nombre. Se agradece y se adora a Dios.Quiero retomar brevemente el curso de pensamiento que terminé el domingo anterior y continuar en la Carta a los Efesios, en el capítulo 6. Como usted sabe hemos estado hablando acerca de sanidad emocional, espiritual, pero no solamente de sanidad como algo que es un remedio defensivo, sino también agresivamente, queremos hablar de salud emocional y espiritual porque Dios nos llama a salud. Dice la Palabra en una de las epístolas de Juan que Dios quiere que seamos prosperados en nuestro espíritu, así como prospera también nuestro cuerpo, nuestra alma, que todo nuestro ser prospere.
Y hemos dicho que Dios no quiere que nosotros vivamos cautivos de las deformaciones y los dolores, y los padecimientos del pasado, sino que Dios quiere que seamos gente sana, saludable, que refleje la vitalidad y el gozo, y la salud del Espíritu Santo.