Orar en comunidad tiene poder
Dr. Roberto MirandaEn la oración, mientras más gente comprometida tenemos en la trinchera con nosotros, más poderosos y efectivos podemos ser. El Señor Jesucristo declaró: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
También dijo, “Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mat 18: 19, 20). Por medio de estas imágenes de pluralidad, el Señor quiso subrayar el poder que hay en la unidad, en el acuerdo espiritual entre los creyentes.
Yo creo en la oración individual, y siempre he aclarado que la oración colectiva no es sustituto para la oración privada. Pero, amado hermano, hay situaciones en que tienes que buscarte un amigo, un compañero de trinchera, y decirle, “Mira, ayúdame a orar porque lo que tengo por delante es tan difícil y tan grande, que orando solo, lo único que voy a lograr es decaer en mi ánimo”.
Cuando nos amarramos a dos o tres compañeros de oración, eso nos da ánimo para seguir adelante. Así que, ¡ora con otros hermanos! Búscate gente de fe para lidiar juntos las batallas de la vida. Vive la vida en comunidad con creyentes de igual convicción. No trates de pelear la batalla solo. No seas como Elías, que cuando vino el ataque diabólico se fue solo al desierto, cayó en una profunda depresión, y terminó deseando la muerte. Porque cuando nos aislamos y abandonamos la comunidad de fe alrededor de nosotros, el diablo nos puede asestar el golpe de gracia mucho más fácilmente.
Únete a gente de fe para emprender más efectivamente la carrera de la fe. ¡Une tu pequeña chispa de fe a la de tus hermanos, y juntos erijan una gran hoguera que llame la atención del cielo!