La oración mueve el corazon de Dios
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En Segunda de Reyes, capítulo 20, se narra la historia del rey Ezequías, un hombre justo que amó al Señor y tomó en serio la gloria de Dios. Cuando se enfermó de muerte, el profeta Isaías le dijo que ordenara su casa porque moriría. En lugar de simplemente aceptar la sentencia, Ezequías volvió su rostro a la pared y oró a Jehová, pidiéndole que recordara que había andado delante de él con integridad y que había hecho las cosas que le agradaban. Lloró con gran lloro y Dios respondió a su oración, diciéndole que lo sanaría y añadiría 15 años a su vida. Dios también le dio una señal, haciendo que la sombra retrocediera diez grados en el reloj de Acas. Este relato demuestra el poder de la oración y la voluntad de Dios de escuchar y responder a nuestras necesidades. Debemos acercarnos al trono de la gracia con fe y convicción, pidiéndole a Dios con sinceridad y confiando en su poder y amor.
En el libro de Reyes, se relata la historia del rey Ezequías, quien tuvo una gran victoria en su vida, pero luego enfrentó una enfermedad terminal. En momentos de paz y bonanza, debemos prepararnos para la guerra espiritual que vendrá en momentos de crisis. Ezequías clamó a Dios y lloró con gran lloro, mostrando su pasión por el Señor. Dios cambió su decreto de muerte y le dio una segunda oportunidad. Debemos ser apasionados y entregados en nuestra relación con Dios, clamando y orando con insistencia. Dios escucha a los que le buscan con pasión.
La oración debe ser hecha en el mejor ambiente y momento posible para uno mismo, ya sea en la mañana o en la noche. Es importante la concentración y visualización de las peticiones, y darle detalles específicos a Dios. Los gestos físicos ayudan al espíritu en la oración. Dios es un Dios específico y concreto, y se compadece de nuestras necesidades. Debemos creerle más y más a Dios y traer nuestras peticiones delante de él.Segunda de Reyes, capítulo 20, la oración del rey Ezequías, para meditar un momento sobre el poder de la oración, como lo hemos hecho a través de la semana. Y hemos examinado el derecho, el privilegio de orar delante de Dios desde diferentes aspectos, y hemos tocado diferentes dimensiones de la oración. Nuestro deseo es enriquecer su vida de oración, mostrarle que la Biblia misma nos enseña que Dios quiere que oremos, que clamemos a él, que no hay nada imposible, no hay nada fuera del alcance de Dios, no hay un teman, no hay una situación de nuestra vida, no hay una circunstancia, no hay un acto, un problema de nuestra vida que no tenga una posible solución en Dios y en acercarnos al trono de la gracia.
Dios mismo nos invita diciendo que entremos confiadamente al trono de la gracia para recibir oportuno socorro. Dice el escritor Santiago, también que cuando alguien esta enfermo, ore, y la oración de fe sanará al enfermo. Dice que si tenemos falta de sabiduría, qué dice? Pídala a Dios. Y cómo da Dios? Con una cucharita, con una gotera, un gotero? Dice, el cual da abundantemente.