Menosprecia tu vida hasta la muerte!
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El pasaje de Apocalipsis 12:11 habla de cómo los hijos de Dios han vencido a Satanás por medio de tres armas espirituales: la sangre del cordero, la palabra del testimonio de ellos y menospreciar sus vidas hasta la muerte. Este pasaje forma parte de una visión que el Apóstol Juan tuvo mientras estaba exiliado en la isla de Patmos. Aunque hay controversias sobre el contexto de esta visión, se puede afirmar que representa un tiempo avanzado en la historia humana y del reloj de Dios. En este pasaje, vemos dos personajes misteriosos: una mujer vestida del sol con una corona de 12 estrellas sobre su cabeza, que representa la iglesia, y un gran dragón, que representa a Satanás.
En este pasaje de Apocalipsis se describe una mujer encinta que clama con dolores de parto y da a luz un hijo varón que es Jesucristo. La iglesia ha sido llamada a presentar al mundo a un Cristo glorificado y a subyugar a las naciones para que conozcan el poder y la gloria de Jesús. Sin embargo, el diablo siempre ha hecho guerra contra la iglesia y quiere impedir que la verdad de Dios nazca en el mundo. La iglesia está de parto y tiene que dar a luz algo muy poderoso que tiene que cumplir sobre esta tierra. Satanás es una realidad y la iglesia está en guerra contra él. Pero Satanás está derrotado y la iglesia nunca será derrotada porque tiene el poder y la autoridad de Cristo.
El diablo está derrotado y la iglesia nunca será derrotada porque tiene el poder y la autoridad de Cristo. Sin embargo, muchos cristianos no entienden su llamado y viven vidas mediocres. La guerra contra el diablo es sutil y se libra a través de pequeños eventos en la vida diaria. Para ser parte de la iglesia poderosa que dará a luz al Cristo que regirá las naciones con una vara de hierro, se necesita vivir una vida al rojo vivo, al filo de la espada. La iglesia vencerá al diablo por medio de la sangre del cordero, la palabra de su testimonio y el menosprecio de sus vidas hasta la muerte. La sangre de Cristo es el arma más poderosa que tenemos y tenemos que testificar de lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas y vivir públicamente como cristianos.
La iglesia necesita ser un testigo de Jesucristo y traer a otros al conocimiento de Él. Para ser una iglesia poderosa, los miembros deben haber muerto al mundo y vivir como sacrificios vivos delante de Dios. Muchos en la iglesia tienen cosas que no han muerto todavía y están cómodos siendo evangélicos pero no cristianos de corazón. Dios busca una iglesia de hombres y mujeres que menosprecien sus vidas hasta la muerte. La iglesia que va a dar a luz el Cristo victorioso es una iglesia que estará en guerra contra Satanás y que vive al rojo vivo para Dios. El cristianismo debe ser vivido totalmente y no como una religión que se pone encima como un vestido. Es menospreciar la vida hasta la muerte y es la esencia misma de lo que somos. Ese es el hombre, la mujer que puede mostrarle al mundo un Cristo lleno de poder y de gloria.
El cristianismo debe vivirse completamente, como una totalidad en cada parte de nuestra vida. Debemos entregarnos completamente a Jesús y ser comprometidos en nuestra fe. Se invita a aquellos que quieren entregar su vida a Cristo a levantar la mano y hacer un compromiso con él. Se ora por la iglesia y por la obra del Espíritu Santo en cada persona.Apocalipsis 12:11, el versículo 11 en particular va a ser el centro del apoyo de mi mensaje porque eso fue lo que más me atrajo. Pero vamos a leer el contexto alrededor de ello comenzando con el versículo 7, pero voy a leer el versículo 11 primero. I’m going to read verse 11 first. Versículo 11, Capítulo 12 de Apocalipsis, dice la palabra del Señor, “... y ellos le han vencido por medio de la sangre del cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte....”
Vamos al versículo 7 ahora del Capítulo 12, dice allí: “... después hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y luchaban el dragón y sus ángeles. Pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo que decía, ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche, y ellos le han vencido por medio de la sangre del cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte, por lo cual alegraos cielos y los que moráis en ellos. Ay de los moradores de la tierra y del mar porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira sabiendo que tiene poco tiempo....”