Me consume mi amor por ti
Faustino de Jesús Zamora VargasRESUMEN:
La pregunta que Dios le hizo a Elías, "¿qué haces aquí?", también puede ser aplicable a nosotros cuando estamos en el lugar equivocado. A veces creemos que estamos siguiendo la dirección de Dios, pero en realidad estamos lejos de donde Él quiere que estemos. Sin embargo, gracias al poder de Cristo y nuestra fe en Su dirección, podemos ser reubicados en el lugar donde podemos ser útiles para Su gloria. A veces, como Elías, nos quebrantamos en nuestra fe, pero cuando nuestro amor por Dios nos consume, Él nos pondrá donde Él quiere que estemos. No necesitamos grandes señales o milagros para saber que Él está con nosotros; a veces su voz puede ser un susurro suave. La fe puede quebrantarse, pero Dios siempre estará a nuestro lado para levantarnos.Dos veces le preguntó el Señor a Elías ¿qué haces aquí? y la pregunta, a pesar de la hermosa y fiel respuesta, tenía un tanto de regaño de parte de Dios. Elías no estaba en el lugar justo donde el Señor quería que estuviese.
A menudo nos pasa a nosotros mismos: respondemos al Señor con oraciones sentidas, con actitudes sublimes y altruistas, creemos haber sentido su voz y su presencia en los hechos grandes y milagrosos que Él nos permite ver y no nos percatamos que Dios, en estos tiempos de desmedido sensacionalismo, se manifiesta mucho más a menudo en un silbido suave, en un susurro dulce, en una plácida brisa que trae su Espíritu para decirnos ¡aquí estoy! ¿Qué necesitas?