Mantener limpio el fluir del espíritu
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: El pastor comienza su sermón en Hechos 2 hablando de la importancia de tener una mentalidad sobrenatural y una sensibilidad a las cosas del Espíritu Santo. Dios capacitó a los discípulos para cumplir una tarea humanamente imposible al ungirlos con poder de lo alto. La armonía y la unidad son precondiciones para cualquier visitación del Espíritu Santo. La iglesia debe ser como las piedras del templo, ajustadas unas con otras sin violencia ni aspereza. Cualquier cosita de conflicto entre dos hermanos puede impedir el fluir del Espíritu en la congregación. El amor de Cristo es lo más importante y es lo que debe ser manifestado en la iglesia. El pastor destaca la importancia del derramamiento del Espíritu Santo y cree que estamos en un tiempo clave para ver
El pastor habla sobre la importancia de fluir en el Espíritu Santo y escuchar su voz en nuestra vida y en el ministerio de la iglesia. Él menciona que el Espíritu Santo puede dar valor y pasión para testificar, efectividad y elocuencia en el ministerio, facilitar milagros y disciplinar y castigar cuando sea necesario. El pastor también enfatiza la importancia de vivir en santidad y de regirse por los principios de la palabra de Dios. El llamado a la santidad es una muestra de la seriedad que hay en la presencia del Espíritu Santo en la iglesia.
El capítulo 2 de Hechos muestra cómo el Espíritu Santo se movió en la iglesia primitiva. Hubo una gran manifestación de su poder, incluyendo la elocuencia y efectividad en la predicación,
La oración pide que el Espíritu Santo tome control de la iglesia y la congregación, y los guíe en su camino. También pide que los proteja de errores y excesos, y que les ayude a caminar balanceadamente. La oración termina pidiendo que el Espíritu Santo aumente el apetito por adorar y tener intimidad con Dios, y que los llene y radicalice.
El pastor habla sobre la importancia de fluir en el Espíritu Santo y escuchar su voz en nuestra vida y en el ministerio de la iglesia. Él menciona que el Espíritu Santo puede dar valor y pasión para testificar, efectividad y elocuencia en el ministerio, facilitar milagros y disciplinar y castigar cuando sea necesario. El pastor también enfatiza la importancia de vivir en santidad y de regirse por los principios de la palabra de Dios. El llamado a la santidad es una muestra de la seriedad que hay en la presencia del Espíritu Santo en la iglesia.
El capítulo 2 de Hechos muestra cómo el Espíritu Santo se movió en la iglesia primitiva. Hubo una gran manifestación de su poder, incluyendo la elocuencia y efectividad en la predicación,
La oración pide que el Espíritu Santo tome control de la iglesia y la congregación, y los guíe en su camino. También pide que los proteja de errores y excesos, y que les ayude a caminar balanceadamente. La oración termina pidiendo que el Espíritu Santo aumente el apetito por adorar y tener intimidad con Dios, y que los llene y radicalice.
Vamos a la palabra del Señor en el libro de los Hechos en el capítulo 2. Para los que nos visitan y los que no han estado por un tiempo recordemos que en todos los momentos en que yo pueda, que no intervenga otro tipo de situación, visitante, un viaje o lo que sea, yo voy a estar caminando a través del libro de los Hechos, como ustedes bien lo han escuchado pero lo voy a seguir repitiendo hasta que se les grabe. Mi deseo a través de este estudio es infundir en nosotros como congregación y como individuos, lo que yo llamo una mentalidad sobrenatural, un sensibilidad a las cosas del espíritu, un entendimiento de que la vida cristiana no se procesa en la manera en la manera en que se procesan los demás fenómenos de la existencia humana, sino que es algo que se navega en el espíritu.
El Apóstol Pablo dice que los que son del espíritu piensan en las cosas del espíritu. Habla del hombre espiritual o la mujer espiritual. Y para eso hay que renovar la mente y una de las maneras en que nosotros renovamos nuestra mente es meditando en la palabra de Dios, meditando en esos paradigmas, esos conceptos que nos registra la palabra de Dios y al nosotros ver esos textos, esas narrativas, estudiarlas, escucharlas expuestas en los diferentes momentos en que estudiamos la palabra del Señor, en nuestra mente va grabándose esa idea: yo soy un hombre, soy una mujer del espíritu, soy de la eternidad, no camino, no pienso, no hablo, no proceso los eventos de la vida en la misma manera que lo hace la persona natural, el hombre natural, la persona que procesa las cosas en la carne según la razón meramente.
El Apóstol Pablo dice que los que son del espíritu piensan en las cosas del espíritu. Habla del hombre espiritual o la mujer espiritual. Y para eso hay que renovar la mente y una de las maneras en que nosotros renovamos nuestra mente es meditando en la palabra de Dios, meditando en esos paradigmas, esos conceptos que nos registra la palabra de Dios y al nosotros ver esos textos, esas narrativas, estudiarlas, escucharlas expuestas en los diferentes momentos en que estudiamos la palabra del Señor, en nuestra mente va grabándose esa idea: yo soy un hombre, soy una mujer del espíritu, soy de la eternidad, no camino, no pienso, no hablo, no proceso los eventos de la vida en la misma manera que lo hace la persona natural, el hombre natural, la persona que procesa las cosas en la carne según la razón meramente.
