Poder para evangelizar
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En Hechos 4, los discípulos vinieron a los demás cristianos después de ser liberados de la cárcel y contaron todo lo que los líderes religiosos les habían dicho. Los demás cristianos alabaron a Dios y recordaron las palabras de David acerca de la gente que se amotinaba. Una iglesia llena del Espíritu Santo debe tener a Dios en primer lugar en todos los afectos y lealtades. Cuando una comunidad está llena del Espíritu Santo, Dios la bendice y le da sabiduría. Sin embargo, cuando la iglesia se corrompe y se afilia a los valores del mundo, pierde su unción y capacidad para influir en el mundo.
En este sermón, el pastor habla sobre cómo la iglesia puede adquirir influencia y poder cuando está llena del Espíritu Santo y vive según los valores del Evangelio. La iglesia puede influir en su familia, comunidad y lugar de trabajo, y Dios la bendice cuando cumple con sus prescripciones para la vitalidad. La iglesia puede perder su poder cuando se olvida de esto. El pastor insta a la iglesia a cultivar una vida llena del Espíritu Santo para influir en la ciudad y pedirle a Dios que les dé denuedo para hablar su palabra con valentía y efectividad, con el fin de que se hagan sanidades, señales y prodigios en medio de ellos.
El orador anima a la audiencia a buscar señales, prodigios y milagros en su iglesia y pedir al Señor que les llene del Espíritu Santo. Él cree que se puede recibir la llenura del Espíritu Santo varias veces a lo largo de la vida y que una persona llena del Espíritu Santo vive en el plano sobrenatural siempre. También habla sobre la importancia de estar abiertos a las citas divinas y de compartir la fe con los demás. El orador anima a la audiencia a creer en ellos mismos y en su capacidad para ser influyentes y poderosos en el Reino de Dios.
Los dones de Dios se desarrollan a medida que comenzamos a usarlos por fe. Debemos tener una mentalidad de guerreros de Dios y poner el Reino de Dios por encima de todo. Debemos creer que tenemos la unción y el poder para hacer proezas en el nombre de Dios. Debemos recibir la promesa del Espíritu Santo y movernos con su poder.El domingo pasado recordarán los que estuvieron aquí, hablamos acerca de los efectos, las cualidades que caracterizan el bautismo del Espíritu Santo. ¿Cuántos recuerdan esa enseñanza? Digan amen, aunque sea para hacerme sentir bien a mi. Vamos a continuar. Quiero que estas enseñanzas son el momento, están en el momento de Dios y yo se que Dios tiene muchas cosas que está haciendo en nuestros corazones. Yo se que lo está haciendo el mío mientras yo medito en estas verdades de la palabra de Dios. Yo creo que estas enseñanzas van a marcar nuestra congregación para siempre. No vamos a volver atrás en esta insistencia en la llenura, la unción del Espíritu Santo. Yo que a veces las 9 de la mañana es un poquito temprano para usted sentir la unción del Espíritu Santo pero se puede sentir y se puede aprender acerca de ella.
Hay un pasaje en Hechos, Capítulo 4 que quiero que miremos un momentito. Hechos, Capítulo 4, versículo 23 en adelante. Una escena donde los discípulos en los comienzos mismos de Pentecostés son visitados con una unción especial del Espíritu Santo. Está hablando de Pedro y de Juan que acaban de salir del concilio donde los tienen encarcelados y amenazados. Dice que: