Dando en la zona de la incomodidad
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
Este texto de Primero de Reyes, capítulo 17, versículo del 8 al 16, ilustra la importancia de darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. Elías, que está huyendo de un rey que lo quiere matar, es enviado por Dios a una viuda que lo va a sustentar. La viuda, que está en una situación de total escasez y carencia, solo tiene una pequeña cantidad de harina y aceite para hacer una última comida antes de morir ella y su hijo. Pero Elías le dice que le haga a él primero, y después para ella y su hijo. La viuda, creyendo en la palabra de Dios, hace como le dice Elías, y la harina y el aceite nunca se acaban hasta que Dios haga llover otra vez. Este texto enseña la importancia de darle a Dios desde una postura de confianza en que Él es nuestro proveedor en toda situación.
Este sermón habla sobre la importancia de confiar en Dios como nuestro proveedor y cómo el diezmo y la generosidad son una parte clave de nuestra relación con Él. El autor utiliza el ejemplo de Elías y la viuda de Sarepta para demostrar que la provisión de Dios no se limita a los líderes religiosos o los ungidos, sino que es para todos los que creen. También se enfatiza la importancia de la disciplina y la fe en nuestro acto de dar, incluso cuando no sentimos el deseo de hacerlo. El diezmo se ve como una transacción legal en la que se le paga a Dios lo que se le debe y se le roba cuando no se le da. Finalmente, se sugiere que Dios puede estar eligiendo a comunidades aparentemente pobres o no prósperas para hacer algo excepcional y traer bendición a muchos de su pueblo.
En este sermón, el pastor habla sobre la historia de la viuda de Sarepta y cómo Dios la puso en una situación de dar en la zona de incomodidad. El pastor dice que Dios a menudo nos pide que demos en la zona de la incomodidad, donde nos duele y nos cuesta, pero es allí donde somos bendecidos y graduados por Dios. La viuda dio todo lo que tenía y Jesús dijo que ella había dado más que aquellos que daban millones de dólares porque ella había dado de la nada, de lo vacío y de lo mínimo. El pastor dice que Dios quiere poner a la iglesia en otro nivel, pero para ello, hay que pagar un precio y estirar nuestra fe. En todo proceso de darle al Señor, hay profundos principios espirituales en juego y Dios nos pide que le demos en la zona de la incomodidad.
El pastor habla sobre el principio bíblico de dar generosamente al Señor. Él dice que es importante tener una mentalidad de suficiencia y posibilidad en lugar de una mentalidad de carencia y de imposibilidad. También habla sobre la importancia de darle a Dios primero y dar en la zona de la incomodidad. El resultado de dar generosamente es que Dios nos bendecirá en una forma generosa, más allá de nuestras expectativas, y nuestra fe será fortalecida.Quiero partir de un texto de Primero de Reyes, capítulo 17, versículo del 8 al 16. Y saben por qué, porque yo siento que este texto, y este episodio en la vida del profeta Elías como que representa el emblema mismo, la temática misma espiritualmente hablando, la unción, la energía, el propósito de Dios en el cual este tiempo que estamos viviendo se está desarrollando. Es bajo esta señal, bajo este signo espiritual que nosotros estamos emprendiendo lo que estamos emprendiendo, y usted, yo creo que va a ver eso rápidamente. Y por eso lo he escogido, porque yo quiero… recuerde que esto que estamos viviendo es simplemente un ejercicio para algo mucho más amplio que Dios quiere hacer en tu vida.
El templo es en última instancia hasta secundario y terciario comparado con el tema mayor que Dios quiere desgranar dentro de ti. Y por eso es que este texto yo quiero que sirva como la bandera, sirva como el tema de darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. Darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. 17, 8 dice, “vino luego a Él, a Elías, palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí, yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña, y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba. Y yendo ella para traérsela…” y usted vea, esa parte la podía hacer ella bien, tenía agua suficiente, aparentemente.