Dando en la zona de la incomodidad

RESUMEN: La generosidad sacrificial y consistente es la clave para desatar la bendición de Dios en nuestra vida. Dios se agrada de aquellos que dan de su pobreza y lo hacen en su nombre, no para ganar elogios de los demás. La viuda que dio todo lo que tenía en el templo fue un ejemplo de esto, y Jesús la elogió por su sacrificio. Dios ve todo lo que hacemos, incluso nuestros pensamientos más íntimos, y nos recompensará según nuestras acciones. La generosidad consistente y sacrificial desata la bendición y la prosperidad divina en nuestras vidas.

Muchas veces para dar como es debido, tenemos que dar en la zona de la incomodidad. Es precisamente en esa dimensión, cuando damos a Dios o a los demás liberalmente, con extremada, consistente generosidad, donde se dan los grandes milagros que Dios quiere hacer en nuestra vida.

Y yo quiero sugerirte a ti que lees esta reflexión: Adopta esto como una ética de vida. Abrázalo.