El mayor de todos es el amor (Parte 2)
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En esta meditación sobre el fruto del Espíritu, el pastor reflexiona sobre el amor, el primer fruto mencionado por el Apóstol Pablo en Primera de Corintios:13. El amor es esencial para expresar el carácter de Dios en nuestras vidas y es más poderoso que cualquier otra virtud o don. Pablo dice que si no tenemos amor, nada somos, incluso si tenemos todos los dones y hacemos grandes sacrificios. El amor es sufrido, benigno, no envidia, no se jacta, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, y se goza de la verdad. El amor nunca deja de ser y es lo que permanecerá por la eternidad. El amor también incluye la verdad y nos compele a confrontar a la gente que amamos y llamarle la atención a alguien que está comportándose de cierta manera.
El amor es esencial en la vida de un cristiano y es la verdad que sana, bendice e inspira. El amor y la verdad van juntos, y muchas veces el amor nos obliga a resistir, llamar la atención o confrontar a alguien que amamos. El amor no es algo que se expresa biológicamente, sino que nace del espíritu de Dios dentro de nosotros y se manifiesta a través de nosotros. El amor de Dios es incondicional, sacrificial y permite perdonar las mayores ofensas y seguir expresándose. Además, el amor de Dios le impide hacerle daño a nadie, y como cristianos, debemos ser la gente más inofensiva que hay en el mundo.
El amor es el fruto del Espíritu Santo y se manifiesta a través de siete características: incondicional, sacrificial, amable, perdona las ofensas, no hace daño, busca el bien de los demás y pasa por alto las faltas. La benignidad es una cualidad del amor y se refiere a ser bien intencionado y preocuparse por el bienestar de los demás. El amor también se enfoca en las intenciones del corazón y ve más allá de las faltas de las personas. Si las iglesias tuvieran más amor, tendrían más poder en la comunidad y el mundo sería evangelizado.Estamos hablando acerca del fruto del espíritu. Hace un par de semanas comenzamos esta reflexión, sobre cómo expresar el carácter de Jesús, el corazón de Cristo en nuestras vidas y lo importante que es que el fruto del Espíritu Santo se manifieste en nosotros.
Y, comencé hablando acerca del amor, ustedes recordarán, y el amor es algo tan vasto. Evidentemente se han escrito tomos sobre el amor y todavía no se ha agotado el tema, es algo que podría tomarnos siglos, probablemente, y siempre habría algo. Porque el amor es lo que encapsula el mismo carácter, la personalidad de Dios mismo.