Gregory Bishop(Audio: Español)
RESUMEN:
En Marcos 10, un joven rico viene corriendo hacia Jesús y le pregunta qué debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús le habla de los mandamientos y el joven dice que ha cumplido con todos desde su juventud. Entonces, Jesús le dice que venda todo lo que tiene y lo done a los pobres, y lo siga. El joven se va triste porque tenía muchas posesiones. Jesús dice que es difícil para los ricos entrar en el Reino de Dios, pero para Dios todas las cosas son posibles. Pedro pregunta qué pasará con aquellos que han dejado todo por Jesús, y Jesús dice que recibirán cien veces más en este tiempo y la vida eterna. El joven rico era buena gente, pero su riqueza era un ídolo en su vida que lo separaba de Dios. Jesús lo amó y le mostró que debía cortar esa idolatría para seguirlo.
En este sermón, se habla sobre la historia del joven rico que le pregunta a Jesús qué debe hacer para tener vida eterna. Jesús le dice que debe vender todo lo que tiene, dar el dinero a los pobres y seguirlo. El joven se va triste porque no está dispuesto a hacerlo. Luego, Pedro le pregunta a Jesús qué hay para ellos, que han dejado todo por seguirlo. Jesús les dice que recibirán cien veces más en esta vida y la vida eterna en el siglo venidero.
El predicador dice que seguir a Jesús no es fácil, es un riesgo y un juego de azar. Debemos estar dispuestos a dejar todo por él y confiar en que él nos bendecirá. También habla sobre la historia de Abraham y cómo Dios le pidió que dejara todo y confiara en él para ser bendecido.
El mensaje es que debemos estar dispuestos a tomar riesgos y confiar en Dios para ser bendecidos en esta vida y en la vida eterna. La vida cristiana es una aventura, no una vida normal. No podemos ser normales y ser discípulos radicales de Jesús.
La vida cristiana es una aventura, es tomar riesgos en Cristo y ver que él está ahí siempre bendiciendo y cuidando. No podemos ser normales y ser discípulos. Debemos tomar el yugo de Jesús sobre nosotros y entregarnos completamente a él. Si hay alguien que quiere recibir a Jesús como Señor y Salvador, se les invita a levantar la mano. Se hace una oración para recibir a Jesús y se les invita a repetirla.Marcos 10, versículo 17. Este pasaje, este texto tiene uno mis versículos favoritos de la Biblia, uno de mis versículo que más me impresiona, que más me toca, y también tiene algunos de mis versículos menos preferidos de toda la Biblia. Ustedes verán, ok, todo junto.
Versículo 17: “Al salir él, Jesús, para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándolo, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el Reino de Dios. Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del Evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.”