Asumiendo responsabilidades
Milagros García Klibansky
RESUMEN: No podemos evadir nuestra responsabilidad como Cristianos de predicar el Evangelio de la Salvación. A veces dejamos pasar oportunidades por inseguridades, pero debemos estar preparados y llevar la armadura de Dios. Si nos rechazan, no perdemos, cumplimos nuestro mandato. Debemos estar preparados para responder ante el tribunal supremo por nuestros compromisos.
INSIGHT es un término usado en Psiquiatría que significa interiorizar algo, incorporarlo, reconocerlo. A veces los Cristianos no hacemos 'insight' de que un día, voluntariamente y por convicción, decidimos entregar nuestra vida a Cristo y aceptamos la responsabilidad que esto conlleva. Por fe sabemos que Cristo vino a darnos vida en abundancia y tanto es así que es vida eterna, estamos convencidos de que nuestro pacto con Dios trasciende las fronteras de la muerte física y se extiende hacia otras dimensiones desconocidas para nosotros, pero por esa misma fe, estamos convencidos que algún día estaremos ante el Trono de la Gracia siendo juzgados por nuestras responsabilidades contraídas. La principal de estas responsabilidades es la de predicar el Evangelio de la Salvación, esto implica superarnos a nosotros mismos en muchos aspectos. ¿Cuántas veces sentimos en nuestro corazón la necesidad de hablarle a alguien de Cristo? ¿Qué es exactamente lo que nos lo impide? ¿Asumimos nuestra responsabilidad en ese momento?
Muchas veces dejamos pasar oportunidades de compartir con otros ese regalo divino que nos fue dado por gracia y en ese momento estamos evadiendo nuestra responsabilidad, no dejamos que el Espíritu Santo nos guíe, que fluya, sino que lo encerramos en la cárcel de nuestras inseguridades, inseguridades que a veces son objetivas sobre todo cuando no estamos bien preparados para responder la avalancha de preguntas que se nos vendrán encima y otras veces son subjetivas, cuando por vergüenza pensamos que no vamos a ser bien recibidos. No podemos evadir nuestra responsabilidad para con Dios, tenemos que estar preparados y llevar con nosotros siempre la armadura de Dios (Efesios 6 13-20), no podemos avergonzarnos de dar lo mejor, porque si nos rechazan, no somos nosotros los que perdemos, sino que cumplimos con nuestro mandato y si nos aceptan, estaremos ganando una vida para Cristo, con Él nunca perdemos. Si, algún día compareceremos ante el tribunal supremo y debemos estar preparados para responder por nuestros actos y por nuestros compromisos ante El Juez.
¿Ya sabes que le vas a responder?
Muchas veces dejamos pasar oportunidades de compartir con otros ese regalo divino que nos fue dado por gracia y en ese momento estamos evadiendo nuestra responsabilidad, no dejamos que el Espíritu Santo nos guíe, que fluya, sino que lo encerramos en la cárcel de nuestras inseguridades, inseguridades que a veces son objetivas sobre todo cuando no estamos bien preparados para responder la avalancha de preguntas que se nos vendrán encima y otras veces son subjetivas, cuando por vergüenza pensamos que no vamos a ser bien recibidos. No podemos evadir nuestra responsabilidad para con Dios, tenemos que estar preparados y llevar con nosotros siempre la armadura de Dios (Efesios 6 13-20), no podemos avergonzarnos de dar lo mejor, porque si nos rechazan, no somos nosotros los que perdemos, sino que cumplimos con nuestro mandato y si nos aceptan, estaremos ganando una vida para Cristo, con Él nunca perdemos. Si, algún día compareceremos ante el tribunal supremo y debemos estar preparados para responder por nuestros actos y por nuestros compromisos ante El Juez.
¿Ya sabes que le vas a responder?
