Ana y Simeón - Promesas de Dios se cumplen
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: En Lucas 2, se presenta la historia de la presentación de Jesús en el templo. Este evento marca un momento especial en el comienzo de la carrera terrenal de Jesús. Dos personajes importantes en esta historia son Ana y Simeón, quienes encarnan virtudes que podemos aprender. Lucas escribe el Evangelio según San Lucas y resalta la obra del Espíritu Santo en la vida de Jesús y en la de los discípulos. El Espíritu Santo ha estado presente en toda la historia de la humanidad y en la creación desde el principio. Si queremos tener una vida creativa y poderosa, necesitamos la frescura del Espíritu Santo en nuestras vidas. La vida de Simeón y Ana debe servir como un recordatorio para que nuestras decisiones y movimientos estén dirigidos y coordinados por el Espíritu Santo.
Este pasaje de la presentación de Jesús en el templo debe servir como un recordatorio de que nuestra vida debe ser dirigida y coordinada por el Espíritu Santo. Muchas iglesias y cristianos tratan al Espíritu Santo como algo por eliminación, pero debemos verlo como un enfoque continuo en nuestras vidas. Ana y Simeón eran gente común y corriente, pero llenos del Espíritu Santo y fieles a Dios. Debemos retener lo que hemos recibido y ser fieles al Señor, viviendo cada día para Él.
En este sermón, el pastor habla sobre las dos palabras utilizadas para describir a Simeón en Lucas 2:25, "justo y piadoso". Él explica que estas dos palabras se complementan entre sí y que necesitamos ambas en nuestra vida cristiana. La palabra "justo" se refiere a nuestro carácter y cómo tratamos a los demás, mientras que "piadoso" se refiere a nuestra pasión por Dios y nuestra devoción a Él. El pastor hace hincapié en la importancia de tener un equilibrio entre estas dos características y cómo Simeón encarnaba ambas. También habla sobre la importancia de la edad y cómo Dios puede usar a cualquier persona, joven o vieja, siempre y cuando estén dispuestos a ser fieles y a buscar su presencia. El pastor alienta a
El sermón habla sobre Simeón y Ana, quienes fueron usados por Dios para reconocer y recibir al Mesías, y cómo nosotros también podemos ser usados por Dios si nos despojamos de todo y nos entregamos a Él. La iglesia está en vergüenza en este tiempo, pero Dios tiene una visitación de su espíritu para levantar la cabeza de su iglesia y devolverle su honra. Se necesitan personas como Simeón y Ana que estén preparadas y deseosas de discernir y celebrar la visitación del Espíritu Santo. Debemos prepararnos para lo que viene, entregándolo todo y muriendo a todo lo que no sea de Dios. Recibamos la visitación del Espíritu Santo y permitamos que Dios cumpla sus propósitos en nosotros.
Este pasaje de la presentación de Jesús en el templo debe servir como un recordatorio de que nuestra vida debe ser dirigida y coordinada por el Espíritu Santo. Muchas iglesias y cristianos tratan al Espíritu Santo como algo por eliminación, pero debemos verlo como un enfoque continuo en nuestras vidas. Ana y Simeón eran gente común y corriente, pero llenos del Espíritu Santo y fieles a Dios. Debemos retener lo que hemos recibido y ser fieles al Señor, viviendo cada día para Él.
En este sermón, el pastor habla sobre las dos palabras utilizadas para describir a Simeón en Lucas 2:25, "justo y piadoso". Él explica que estas dos palabras se complementan entre sí y que necesitamos ambas en nuestra vida cristiana. La palabra "justo" se refiere a nuestro carácter y cómo tratamos a los demás, mientras que "piadoso" se refiere a nuestra pasión por Dios y nuestra devoción a Él. El pastor hace hincapié en la importancia de tener un equilibrio entre estas dos características y cómo Simeón encarnaba ambas. También habla sobre la importancia de la edad y cómo Dios puede usar a cualquier persona, joven o vieja, siempre y cuando estén dispuestos a ser fieles y a buscar su presencia. El pastor alienta a
El sermón habla sobre Simeón y Ana, quienes fueron usados por Dios para reconocer y recibir al Mesías, y cómo nosotros también podemos ser usados por Dios si nos despojamos de todo y nos entregamos a Él. La iglesia está en vergüenza en este tiempo, pero Dios tiene una visitación de su espíritu para levantar la cabeza de su iglesia y devolverle su honra. Se necesitan personas como Simeón y Ana que estén preparadas y deseosas de discernir y celebrar la visitación del Espíritu Santo. Debemos prepararnos para lo que viene, entregándolo todo y muriendo a todo lo que no sea de Dios. Recibamos la visitación del Espíritu Santo y permitamos que Dios cumpla sus propósitos en nosotros.
Quiero invitarles a ir a Lucas en el Capítulo 2. Hay un texto aquí que quiero compartir con ustedes, la presentación de Jesús en el templo. Yo he querido poner a un lado por un momento esta serie de sermones que yo he titulado “Fe compleja” y en este tiempo más cercano a la navidad, pues quiero también honrar el tema navideño y por eso voy a poner a un lado por un momento el complicarles la mente y se la voy a aquietar un poquito con un mensaje más tierno de navidad. Y luego volveré a hacerles la vida difícil, dentro de un par de domingos más, seguiremos con esta serie que espero que sea de bendición para usted, de edificación. Pero hoy vamos a hablar acerca de este evento en la vida y en el ministerio de Jesús, muy cercano a su nacimiento.
Todo los relatos que hay en la Escritura acerca del nacimiento de Jesús, su niñez, el inicio de su ministerio, en realidad, toda su vida, tienen algo que ver con la persona de Jesús, el mensaje evangélico y proyectan y presentan algún aspecto, alguna verdad espiritual que nosotros tenemos que recordar. Y tenemos que integrar nuestra vida.
Todo los relatos que hay en la Escritura acerca del nacimiento de Jesús, su niñez, el inicio de su ministerio, en realidad, toda su vida, tienen algo que ver con la persona de Jesús, el mensaje evangélico y proyectan y presentan algún aspecto, alguna verdad espiritual que nosotros tenemos que recordar. Y tenemos que integrar nuestra vida.
