Y el oficial real, había respondido al hombre de Dios, diciendo: "Mira, aunque el SEÑOR hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa?" Y Eliseo le dijo: "Bien, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello."
(2 Reyes 7:19)Y así sucedió, porque el pueblo lo atropelló a la puerta, y murió.
(2 Reyes 7:20)Eliseo habló a la mujer, a cuyo hijo él había devuelto la vida, diciéndole: "Levántate y vete, tú y tu casa, y reside donde puedas residir, porque el SEÑOR ha llamado al hambre que vendrá sobre la tierra por siete años."
(2 Reyes 8:1)Entonces la mujer se levantó e hizo conforme a la palabra del hombre de Dios, y se fue ella con los de su casa y residió en la tierra de los Filisteos siete años.
Después de los siete años, la mujer volvió de la tierra de los Filisteos; y salió a implorar al rey por su casa y por su campo.
(2 Reyes 8:3)El rey estaba hablando con Giezi, criado del hombre de Dios, diciéndole: "Te ruego que me cuentes todas las grandes cosas que ha hecho Eliseo."
(2 Reyes 8:4)Mientras él contaba al rey cómo había devuelto la vida a un muerto, en ese momento la mujer a cuyo hijo había devuelto la vida, imploró al rey por su casa y por su campo. Y Giezi dijo: "Oh rey señor mío, ésta es la mujer y éste es su hijo, al que Eliseo devolvió la vida."
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2 Reyes 8:2 - Referencia Cruzada
Estas naciones son: los cinco príncipes de los Filisteos, todos los Cananeos, los Sidonios y los Heveos que habitaban en el Monte Líbano, desde el Monte de Baal Hermón hasta Lebo Hamat.
(Jueces 3:3)Entonces David se dijo: "Ahora bien, voy a perecer algún día por la mano de Saúl. Lo mejor para mí es huir a la tierra de los Filisteos. Saúl se cansará, y no me buscará más en todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano."
(1 Samuel 27:1)Pero si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
(1 Timoteo 5:8)