Te ruego que hagamos un pequeño aposento alto, con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un candelero; y cuando venga a nosotros, se podrá retirar allí."
(2 Reyes 4:10)Y un día que Eliseo vino por allí, se retiró al aposento alto y allí se acostó.
(2 Reyes 4:11)Después dijo a Giezi su criado: "Llama a esta Sunamita." Y cuando la llamó, ella se presentó delante de él.
(2 Reyes 4:12)Entonces Eliseo le dijo a Giezi: "Dile ahora: 'Ya que te has preocupado por nosotros con todo este cuidado, ¿qué puedo hacer por ti? ¿Quieres que hable por ti al rey o al jefe del ejército?'" Y ella respondió: "Yo vivo en medio de mi pueblo."
Eliseo entonces preguntó: "¿Qué, pues, se puede hacer por ella?" Y Giezi respondió: "En verdad ella no tiene ningún hijo y su marido es viejo."
(2 Reyes 4:14)Y Eliseo dijo: "Llámala." Cuando él la llamó, ella se detuvo a la entrada.
(2 Reyes 4:15)Entonces Eliseo le dijo: "Por este tiempo, el año que viene, abrazarás un hijo." Y ella dijo: "No, señor mío, hombre de Dios, no engañe usted a su sierva."
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2 Reyes 4:13 - Referencia Cruzada
Barzilai era muy anciano, de ochenta años, y había dado provisiones al rey mientras éste permanecía en Mahanaim, porque era hombre muy poderoso.
(2 Samuel 19:32)Confía en el SEÑOR, y haz el bien; Habita en la tierra, y cultiva la fidelidad.
(Salmos 37:3)Cuando llegó allá los capitanes del ejército estaban sentados, y él dijo: "Capitán, tengo un mensaje para ti." Y Jehú dijo: "¿Para cuál de nosotros?" Y él dijo: "Para ti, capitán."
(2 Reyes 9:5)para que la reciban en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayuden en cualquier asunto en que ella necesite de ustedes, porque ella también ha ayudado a muchos y aun a mí mismo.
(Romanos 16:2)Aconteció que en los días en que gobernaban los jueces, en Israel hubo hambre en el país. Y un hombre de Belén de Judá fue a residir en los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos.
(Rut 1:1)Y díganle a Amasa: '¿No eres hueso mío y carne mía? Así haga Dios conmigo y aun más si no has de ser comandante del ejército delante de mí para siempre en lugar de Joab.'"
(2 Samuel 19:13)Después de los siete años, la mujer volvió de la tierra de los Filisteos; y salió a implorar al rey por su casa y por su campo.
(2 Reyes 8:3)Pero tráiganme ahora un músico. Y sucedió que mientras el músico tocaba, la mano del SEÑOR vino sobre Eliseo,
(2 Reyes 3:15)Y les dijo: "No tomen nada para el camino, ni bordón, ni alforja (bolsa), ni pan, ni dinero; ni tengan dos túnicas cada uno.
(Lucas 9:3)El que los recibe a ustedes, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe al que Me envió.
(Mateo 10:40)Saluden a María, que ha trabajado mucho por ustedes.
(Romanos 16:6)Pero lo he recibido todo y tengo abundancia. Estoy bien abastecido, habiendo recibido de Epafrodito lo que han enviado: fragante aroma, sacrificio aceptable, agradable a Dios.
(Filipenses 4:18)Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos.
(Hebreos 6:10)Nada tomaré, excepto lo que los jóvenes han comido y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos tomarán su parte."
(Génesis 14:24)El SEÑOR hará volver su sangre sobre su propia cabeza, porque él atacó a dos hombres más justos y mejores que él y los mató a espada sin que mi padre David lo supiera: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá.
(1 Reyes 2:32)Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.
(1 Timoteo 6:6)Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque El mismo ha dicho: "NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE,"
(Hebreos 13:5)Pero les rogamos hermanos, que reconozcan (honren) a los que con diligencia trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor y los instruyen (amonestan),
(1 Tesalonicenses 5:12)Conceda el Señor misericordia a la casa de Onesíforo, porque muchas veces me dio consuelo y no se avergonzó de mis cadenas.
(2 Timoteo 1:16)Eliseo habló a la mujer, a cuyo hijo él había devuelto la vida, diciéndole: "Levántate y vete, tú y tu casa, y reside donde puedas residir, porque el SEÑOR ha llamado al hambre que vendrá sobre la tierra por siete años."
(2 Reyes 8:1)