Y Eliseo le dijo: "¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa." Y ella respondió: "Su sierva no tiene en casa más que una vasija de aceite."
(2 Reyes 4:2)Entonces Eliseo le dijo: "Ve, pide vasijas prestadas por todas partes de todos tus vecinos, vasijas vacías; no pidas pocas.
(2 Reyes 4:3)Luego entra y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos y echas el aceite en todas estas vasijas, poniendo aparte las que estén llenas."
(2 Reyes 4:4)Y ella se fue de su lado, y cerró la puerta tras sí y de sus hijos; y ellos traían las vasijas y ella echaba el aceite.
Cuando las vasijas estuvieron llenas, ella dijo a un hijo suyo: "Tráeme otra vasija." Y él le dijo: "No hay más vasijas." Y cesó el aceite.
(2 Reyes 4:6)Entonces ella fue y se lo contó al hombre de Dios. Y él le dijo: "Ve, vende el aceite y paga tu deuda, y tú y tus hijos pueden vivir de lo que quede."
(2 Reyes 4:7)Un día pasaba Eliseo por Sunem, donde había una mujer distinguida, y ella lo persuadió a que comiera. Y sucedía que siempre que pasaba, entraba allí a comer.
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2 Reyes 4:5 - Referencia Cruzada
Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por muchos días.
(1 Reyes 17:15)Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor."
(Lucas 1:45)Por la fe Noé, siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor reverente preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe.
(Hebreos 11:7)Pero Naamán se enojó, y se fue diciendo: "Yo pensé: 'Seguramente él vendrá a mí, y se detendrá e invocará el nombre del SEÑOR su Dios, moverá su mano sobre la parte enferma y curará la lepra.'
(2 Reyes 5:11)