Nueva Biblia Latinoamericana
Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: "Su siervo Ben Adad dice: 'Te ruego que me perdones la vida.'" Y él dijo: "¿Vive todavía? Es mi hermano." (1 Kings 20:32)
Y los hombres tomaron esto como señal, y tomando de él la palabra prestamente dijeron: "Tu hermano Ben Adad vive." Y él dijo: "Vayan y tráiganlo." Entonces Ben Adad salió a él, y él le hizo subir en el carro. (1 Kings 20:33)
Y Ben Adad le dijo al rey: "Devolveré las ciudades que mi padre tomó de tu padre, y te harás calles en Damasco, como mi padre hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, con este pacto te dejaré ir." Hizo, pues, pacto con él y lo dejó ir. (1 Kings 20:34)
Y cierto hombre de los hijos de los profetas dijo a otro por palabra del SEÑOR: "Te ruego que me hieras." Pero el hombre se negó a herirlo.
Entonces le dijo: "Porque no has atendido a la voz del SEÑOR, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará." Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató. (1 Kings 20:36)
Entonces halló a otro hombre y le dijo: "Te ruego que me hieras." Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo. (1 Kings 20:37)
Y el profeta se fue y esperó al rey en el camino; se había disfrazado con una venda sobre los ojos. (1 Kings 20:38)

Other publications related to "1 Kings 20:35":

Dr. Roberto Miranda
Spiritual Warfare (Part 2)
The sermon discusses spiritual warfare and the importance of obedience to God's will, using passages from 1 Kings 20 and other parts of the Bible. It emphasizes the need for discernment and a balance between forgiveness and judgment.


Susan Combs
Come out of the cave
The article discusses the story of Elijah in 1 Kings 19 and the lessons we can learn from it. It emphasizes not blaming others for our problems, being open and honest with God, and having courage to trust that God has a purpose for us.


1 Kings 20:35 - Cross Reference

Porque me vino un mandato por palabra del SEÑOR: 'No comerás pan ni beberás agua allí, ni volverás por el camino que fuiste.'" (1 Kings 13:17)
Entonces los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: "¿Sabes que hoy el SEÑOR va a quitarte a tu señor?" Y él dijo: "Sí, yo lo sé; cállense." (2 Kings 2:3)
Y una mujer de las mujeres de los hijos de los profetas clamó a Eliseo, diciendo: "Su siervo, mi marido, ha muerto, y usted sabe que su siervo temía al SEÑOR; y ha venido el acreedor a tomar a mis dos hijos para esclavos suyos." (2 Kings 4:1)
Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en la tierra. Estando sentados los hijos de los profetas delante de él, dijo a su criado: "Pon la olla grande y prepara un potaje para los hijos de los profetas." (2 Kings 4:38)
Un hombre de allí respondió: "¿Y quién es el padre de ellos?" Por lo cual esto se hizo proverbio: "¿Está Saúl también entre los profetas?" (1 Samuel 10:12)
Cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó frente a él , dijeron: "El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo." Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él, (2 Kings 2:15)
Entonces Jesús dijo a Sus discípulos: "Si alguien quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y que Me siga. (Matthew 16:24)
Yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el Monte Sion. (Isaiah 8:18)
Sucedió que un hombre de Dios fue desde Judá a Betel (Casa de Dios) por palabra del SEÑOR, cuando Jeroboam estaba junto al altar para quemar incienso. (1 Kings 13:1)
Entonces Amós le respondió a Amasías: "Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de higueras. (Amos 7:14)
Entonces halló a otro hombre y le dijo: "Te ruego que me hieras." Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo. (1 Kings 20:37)
Después toma una sartén de hierro y colócala como un muro de hierro entre ti y la ciudad, dirige tu rostro hacia ella y quedará bajo sitio: tú la sitiarás. Esta es una señal para la casa de Israel. (Ezekiel 4:3)
Así me ha dicho el SEÑOR: "Hazte coyundas y yugos y póntelos al cuello, (Jeremiah 27:2)
En aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Ve y quítate el cilicio de tus lomos, y desata las sandalias de tus pies." Así lo hizo Isaías, y anduvo desnudo y descalzo. (Isaiah 20:2)