Nueva Biblia Latinoamericana
Y Jeroboam se dijo en su corazón: "Ahora el reino volverá a la casa de David. (1 Reyes 12:26)
Porque si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, es decir a Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá." (1 Reyes 12:27)
Así que el rey buscó consejo, hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo: "Es mucho para ustedes subir a Jerusalén; aquí están sus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto." (1 Reyes 12:28)
Puso uno en Betel (Casa de Dios) y el otro lo puso en Dan.
Y esto fue motivo de pecado, porque el pueblo iba aun hasta Dan a adorar delante de uno de los becerros. (1 Reyes 12:30)
Hizo también casas en los lugares altos, y nombró sacerdotes de entre el pueblo que no eran de los hijos de Leví. (1 Reyes 12:31)
Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en el día 15 del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al altar. Así hizo en Betel (Casa de Dios), ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido. (1 Reyes 12:32)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 12:29":

Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


Dr. Roberto Miranda
No voy a ofrecer un sacrificio que no me cueste nada
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia del sacrificio y la inversión en el plano material para que se dé un proceso espiritual grandioso en la Congregación León de Judá en Boston. También se habla del valor mágico y misterioso del lugar donde se ofreció el sacrificio en 2 Samuel 24:18-25 y cómo Dios quiere usar este lugar para Su Gloria.


1 Reyes 12:29 - Referencia Cruzada

Al oír Abram que su sobrino había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, 318 en total, y salió en su persecución hasta Dan. (Génesis 14:14)
De allí se trasladó hacia el monte al oriente de Betel (Casa de Dios), y plantó su tienda, teniendo a Betel al occidente y Hai al oriente. Edificó allí un altar al SEÑOR, e invocó el nombre del SEÑOR. (Génesis 12:8)
Los que juran por el pecado de Samaria, Y dicen: 'Viva tu dios, oh Dan,' Y 'Viva el camino de Beerseba,' Caerán y nunca más se levantarán." (Amós 8:14)
A aquel lugar le puso el nombre de Betel (Casa de Dios), aunque anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz. (Génesis 28:19)
Y subió Moisés desde la llanura de Moab al Monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está frente a Jericó, y el SEÑOR le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, (Deuteronomio 34:1)
Entonces salieron todos los Israelitas, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, y la congregación se reunió al SEÑOR como un solo hombre en Mizpa. (Jueces 20:1)
Entonces Dios dijo a Jacob: "Levántate, sube a Betel (Casa de Dios) y habita allí. Haz allí un altar a Dios, que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú." (Génesis 35:1)
Sin embargo, en cuanto a los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, Jehú no se apartó de éstos, o sea, de los becerros de oro que estaban en Betel (Casa de Dios) y en Dan. (2 Reyes 10:29)
Aunque tú, Israel, te prostituyas, Que no se haga culpable Judá; Tampoco vayan a Gilgal, Ni suban a Bet Avén, Ni juren: "¡Vive el SEÑOR!" (Oseas 4:15)
Desde Dan se oye el resoplido de sus caballos; Al sonido de los relinchos de sus corceles, Tiembla toda la tierra; Vienen y devoran la tierra y cuanto hay en ella, La ciudad y los que en ella habitan. (Jeremías 8:16)
Entonces los Danitas tomaron lo que Micaía había hecho, y al sacerdote que le había pertenecido, y llegaron a Lais, a un pueblo tranquilo y confiado. Y los hirieron a filo de espada e incendiaron la ciudad. (Jueces 18:27)