Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces habló a sus hijos, diciendo: "Aparéjenme el asno." Y se lo aparejaron. (1 Reyes 13:27)
Fue y halló el cadáver tirado en el camino, y el asno y el león estaban junto al cadáver; el león no había comido el cadáver ni desgarrado el asno. (1 Reyes 13:28)
El profeta levantó el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Vino a la ciudad del anciano profeta para hacer duelo por él y enterrarlo. (1 Reyes 13:29)
Puso el cadáver en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él, diciendo: "¡Ay, hermano mío!"
Y después de haberlo enterrado, dijo a sus hijos: "Cuando yo muera, entiérrenme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; pongan mis huesos junto a sus huesos. (1 Reyes 13:31)
Porque ciertamente sucederá lo que él clamó por palabra del SEÑOR contra el altar en Betel y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria." (1 Reyes 13:32)
Después de este hecho, Jeroboam no se volvió de su mal camino, sino que volvió a nombrar sacerdotes para los lugares altos de entre el pueblo; al que lo deseaba lo investía para que fuera sacerdote de los lugares altos. (1 Reyes 13:33)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 13:30":

Samuel Acevedo
Cuando el Señor te pida el burrito
En este artículo, el autor Samuel Acevedo reflexiona sobre la historia del burrito en la Biblia y cómo podemos aplicarla en nuestras vidas. A través de la entrega de lo que tenemos al Señor, podemos permitir que Él se glorifique en nuestras vidas y nos use para su propósito.


Isaías Rivera
El Rey ha mandado Su carro para buscarte
La historia de Mefi-boset y cómo el Rey David lo acogió en su mesa a pesar de su discapacidad, enseñando la importancia de reconocer el valor humano y ofrecer protección y seguridad.


1 Reyes 13:30 - Referencia Cruzada

Algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban y lloraron a gran voz por él. (Hechos 8:2)
Por tanto, así dice el SEÑOR acerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: "No llorarán por él: '¡Ay, hermano mío!' o '¡Ay, hermana!' No llorarán por él: '¡Ay, señor!' o '¡Ay, su gloria!' (Jeremías 22:18)
Y todo Israel hará duelo por él y lo sepultarán, pues sólo éste de la familia de Jeroboam irá a la sepultura, porque de la casa de Jeroboam, sólo en él fue hallado algo bueno hacia el SEÑOR, Dios de Israel. (1 Reyes 14:13)