Nueva Biblia Latinoamericana
y él le gritó al hombre de Dios que vino de Judá: "Así dice el SEÑOR: 'Porque has desobedecido el mandato del SEÑOR, y no has guardado el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te ha ordenado, (1 Reyes 13:21)
sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual El te dijo: "No comerás pan ni beberás agua," tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres.'" (1 Reyes 13:22)
Y después de haber comido pan y de haber bebido agua, aparejó el asno para él, para el profeta que había hecho volver. (1 Reyes 13:23)
Y cuando éste se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cadáver quedó tirado en el camino y el asno estaba junto a él; también el león estaba junto al cadáver.
Entonces pasaron unos hombres y vieron el cadáver tirado en el camino y el león que estaba junto al cadáver; y fueron y lo dijeron en la ciudad donde vivía el anciano profeta. (1 Reyes 13:25)
Cuando el profeta que le había hecho volver del camino lo oyó, dijo: "Es el hombre de Dios, que desobedeció el mandato del SEÑOR; por tanto el SEÑOR lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y matado, conforme a la palabra que el SEÑOR le había hablado." (1 Reyes 13:26)
Entonces habló a sus hijos, diciendo: "Aparéjenme el asno." Y se lo aparejaron. (1 Reyes 13:27)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 13:24":

Samuel Acevedo
Cuando el Señor te pida el burrito
En este artículo, el autor Samuel Acevedo reflexiona sobre la historia del burrito en la Biblia y cómo podemos aplicarla en nuestras vidas. A través de la entrega de lo que tenemos al Señor, podemos permitir que Él se glorifique en nuestras vidas y nos use para su propósito.


Dr. Roberto Miranda
La viuda de Sarepta ( I Reyes 17)
En este artículo se habla sobre la importancia de tener una mentalidad de fe y confiar en el proveedor divino, así como la mayordomía y la construcción del templo de la iglesia.


1 Reyes 13:24 - Referencia Cruzada

Como cuando uno huye de un león, Y se encuentra con un oso, O va a casa, apoya la mano en la pared, Y lo muerde una culebra. (Amós 5:19)
Entonces le dijo: "Porque no has atendido a la voz del SEÑOR, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará." Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató. (1 Reyes 20:36)
Cuando él miró hacia atrás y los vio, los maldijo en el nombre del SEÑOR. Entonces salieron dos osas del bosque y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos. (2 Reyes 2:24)
El perezoso dice: "Hay un león afuera; Seré muerto en las calles." (Proverbios 22:13)
Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. (1 Corintios 11:31)
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? (1 Pedro 4:17)
El perezoso dice: "Hay un león en el camino; Hay un león en medio de la plaza." (Proverbios 26:13)