Nueva Biblia Latinoamericana
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres. (1 Reyes 8:34)
Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra Ti, y oren hacia este lugar y confiesen Tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando Tú los aflijas, (1 Reyes 8:35)
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tus siervos y de Tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar. Y envía lluvia sobre Tu tierra, la que diste a Tu pueblo por heredad. (1 Reyes 8:36)
Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay pestes o plagas, langosta o saltamontes, si su enemigo los sitia en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga, cualquier enfermedad que haya ,
toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo Tu pueblo Israel, conociendo cada cual la aflicción de su corazón, y extendiendo sus manos hacia esta casa; (1 Reyes 8:38)
escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón, porque sólo Tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres, (1 Reyes 8:39)
para que Te teman (reverencien) todos los días que vivan sobre la superficie de la tierra que diste a nuestros padres. (1 Reyes 8:40)

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1 Reyes 8:37 - Referencia Cruzada

El SEÑOR hará que la peste se te pegue hasta que te haya consumido de sobre la tierra adonde vas a entrar para poseerla. (Deuteronomio 28:21)
Porque así dice el Señor DIOS: "¡Cuánto más cuando Yo envíe Mis cuatro terribles juicios contra Jerusalén: espada, hambre, fieras y plaga para exterminar de ella hombres y animales! (Ezequiel 14:21)
Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco, porque la langosta la devorará. (Deuteronomio 28:38)
Si viene mal sobre nosotros, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos presentaremos delante de esta casa y delante de Ti (porque Tu nombre está en esta casa), y clamaremos a Ti en nuestra angustia, y Tú oirás y nos salvarás.' (2 Crónicas 20:9)
Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay pestes o plagas, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga o cualquier enfermedad que haya , (2 Crónicas 6:28)
En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardia, que estaba en la casa del rey de Judá, (Jeremías 32:2)
Y aconteció que Jerusalén al fin fue tomada. En el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes. Cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. (Jeremías 39:1)
Yo, por Mi parte, les haré esto: Pondré sobre ustedes terror repentino, tisis y fiebre que consuman los ojos y hagan desfallecer el alma. En vano sembrarán su semilla, pues sus enemigos la comerán. (Levítico 26:16)
Entonces los compensaré por los años En que devoraban la langosta, El pulgón, el saltón y la oruga, Mi gran ejército, que envié contra ustedes. (Joel 2:25)
Y hubo gran hambre en Samaria. La sitiaron de tal modo que la cabeza de un asno se vendía por ochenta siclos (912 gramos) de plata, y medio litro de estiércol de paloma por cinco siclos de plata. (2 Reyes 6:25)
Y esa nación te pondrá sitio en todas tus ciudades, hasta que tus muros altos y fortificados en los cuales tú confiabas caigan por toda tu tierra; y te sitiará en todas tus ciudades, por toda la tierra que el SEÑOR tu Dios te ha dado. (Deuteronomio 28:52)
El habló, y vinieron langostas, Y orugas sin número; (Salmos 105:34)
tres años de hambre, o tres meses de derrota delante de tus adversarios mientras te alcanza la espada de tus enemigos, o tres días de la espada del SEÑOR, esto es, la pestilencia en la tierra y el ángel del SEÑOR haciendo estragos por todo el territorio de Israel.' Ahora pues, considera qué respuesta he de llevar al que Me envió." (1 Crónicas 21:12)
El SEÑOR hará que seas derrotado delante de tus enemigos; saldrás contra ellos por un camino, pero huirás por siete caminos delante de ellos, y serás ejemplo de terror para todos los reinos de la tierra. (Deuteronomio 28:25)
Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; Lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; Y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón. (Joel 1:4)
Y traeré sobre ustedes una espada que ejecutará venganza a causa del pacto; y cuando se reúnan en sus ciudades, enviaré pestilencia entre ustedes, para que sean entregados en manos del enemigo. (Levítico 26:25)