Nueva Biblia Latinoamericana
Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no Te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado. (1 Reyes 8:27)
No obstante, atiende a la oración de Tu siervo y a su súplica, oh SEÑOR Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que Tu siervo hace hoy delante de Ti; (1 Reyes 8:28)
que Tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: 'Mi nombre estará allí,' para que oigas la oración que Tu siervo haga hacia este lugar. (1 Reyes 8:29)
Y escucha la súplica de Tu siervo y de Tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha Tú en el lugar de Tu morada, en los cielos; escucha y perdona.
Si alguien peca contra su prójimo y se le exige juramento, y viene y jura delante de Tu altar en esta casa, (1 Reyes 8:31)
escucha Tú desde los cielos y obra y juzga a Tus siervos, condenando al impío haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justicia. (1 Reyes 8:32)
Cuando Tu pueblo Israel sea derrotado delante de un enemigo por haber pecado contra Ti, si se vuelven a Ti y confiesan Tu nombre, y oran y Te hacen súplica en esta casa, (1 Reyes 8:33)

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1 Reyes 8:30 - Referencia Cruzada

¡Oh Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa! ¡No tardes, por amor de Ti mismo, Dios mío! Porque Tu nombre se invoca sobre Tu ciudad y sobre Tu pueblo." (Daniel 9:19)
Porque así dice el Alto y Sublime Que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: "Yo habito en lo alto y santo, Y también con el contrito y humilde de espíritu, Para vivificar el espíritu de los humildes Y para vivificar el corazón de los contritos. (Isaías 57:15)
Perdonaste la iniquidad de Tu pueblo, Cubriste todo su pecado. (Selah) (Salmos 85:2)
Ustedes, pues, oren de esta manera: 'Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea Tu nombre. (Mateo 6:9)
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres. (1 Reyes 8:34)
Y dije: "Te ruego, oh SEÑOR, Dios del cielo, el grande y temible Dios, que guarda el pacto y la misericordia para con aquéllos que Lo aman y guardan Sus mandamientos, (Nehemías 1:5)
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tus siervos y de Tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar. Y envía lluvia sobre Tu tierra, la que diste a Tu pueblo por heredad. (1 Reyes 8:36)
entonces escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia. (1 Reyes 8:49)
Cántico de ascenso gradual. A Ti levanto mis ojos, ¡Oh Tú que reinas en los cielos! (Salmos 123:1)
El SEÑOR mira desde los cielos; El ve a todos los hijos de los hombres. (Salmos 33:13)
¿Quién es como el SEÑOR nuestro Dios, Que está sentado en las alturas, (Salmos 113:5)
Y han habitado en ella, y allí Te han edificado un santuario a Tu nombre, diciendo: (2 Crónicas 20:8)
y se humilla Mi pueblo sobre el cual es invocado Mi nombre, y oran, buscan Mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7:14)
escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero Te pida. Para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre para que Te teman, como Te teme Tu pueblo Israel, y para que sepan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado. (1 Reyes 8:43)
Y perdónanos nuestras deudas (ofensas, pecados), como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores (los que nos ofenden, nos hacen mal). (Mateo 6:12)
Y escucha las súplicas de Tu siervo y de Tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha Tú desde el lugar de Tu morada, desde los cielos; escucha y perdona. (2 Crónicas 6:21)
No te des prisa en hablar, Ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; Por tanto sean pocas tus palabras. (Eclesiastés 5:2)
escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón, porque sólo Tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres, (1 Reyes 8:39)
SEÑOR, si Tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿Quién, oh Señor, podría permanecer? (Salmos 130:3)