Nueva Biblia Latinoamericana
vino Hananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá, y les pregunté por los Judíos, los que habían escapado y habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén. (Nehemías 1:2)
Y me dijeron: "El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad allá en la provincia, están en gran aflicción y oprobio, y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego." (Nehemías 1:3)
Cuando oí estas palabras, me senté y lloré; hice duelo algunos días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo. (Nehemías 1:4)
Y dije: "Te ruego, oh SEÑOR, Dios del cielo, el grande y temible Dios, que guarda el pacto y la misericordia para con aquéllos que Lo aman y guardan Sus mandamientos,
que estén atentos Tus oídos y abiertos Tus ojos para oír la oración de Tu siervo, que yo hago ahora delante de Ti día y noche por los Israelitas Tus siervos, confesando los pecados que los Israelitas hemos cometido contra Ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. (Nehemías 1:6)
Hemos procedido perversamente contra Ti y no hemos guardado los mandamientos, ni los estatutos, ni las ordenanzas que mandaste a Tu siervo Moisés. (Nehemías 1:7)
Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a Tu siervo Moisés: 'Si ustedes son infieles, Yo los dispersaré entre los pueblos; (Nehemías 1:8)

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Nehemías 1:5 - Referencia Cruzada

Reconoce, pues, que el SEÑOR tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda Su pacto y Su misericordia hasta mil generaciones con aquéllos que Lo aman y guardan Sus mandamientos; (Deuteronomio 7:9)
No te espantes de ellos, porque en medio de ti está el SEÑOR tu Dios, Dios grande y temible. (Deuteronomio 7:21)
Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por El mismo, (Hebreos 6:13)
Oré al SEÑOR mi Dios e hice confesión y dije: "Ay, Señor, el Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para los que Lo aman y guardan Sus mandamientos, (Daniel 9:4)
y muestro misericordia a millares, a los que Me aman y guardan Mis mandamientos. (Éxodo 20:6)
Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y temible, que guardas el pacto y la misericordia, No parezca insignificante ante Ti toda la aflicción Que nos ha sobrevenido, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo Tu pueblo, Desde los días de los reyes de Asiria hasta el día de hoy. (Nehemías 9:32)
Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: "No les tengan miedo. Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus mujeres y sus casas." (Nehemías 4:14)
Porque el SEÑOR, el Altísimo, es digno de ser temido; Rey grande es sobre toda la tierra. (Salmos 47:2)
¿Y qué otra nación en la tierra es como Tu pueblo Israel, al cual Dios vino a redimir como pueblo para Sí, a fin de darte un nombre por medio de cosas grandes y terribles, al echar naciones de delante de Tu pueblo, al que rescataste de Egipto? (1 Crónicas 17:21)
Y dijo: "Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como Tú ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia a Tus siervos que andan delante de Ti con todo su corazón, (1 Reyes 8:23)