Nueva Biblia Latinoamericana
Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón. No dejaban que faltara nada. (1 Reyes 4:27)
También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos de tiro y los corceles al lugar donde debieran estar. (1 Reyes 4:28)
Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar. (1 Reyes 4:29)
Y la sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente y toda la sabiduría de Egipto.
Porque era más sabio que todos los hombres, más que Etán el Ezraíta, Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y su fama fue conocida por todas las naciones de alrededor. (1 Reyes 4:31)
También pronunció 3,000 proverbios, y sus cantares fueron 1,005. (1 Reyes 4:32)
Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared. También habló de ganados, aves, reptiles y peces. (1 Reyes 4:33)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 4:30":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
El desafío de crecer en sabiduría
En este artículo, Faustino de Jesús Zamora Vargas explora el desafío de crecer en sabiduría a través del conocimiento de Dios y cómo esto produce humildad en el carácter cristiano.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es sabio
En este artículo, el autor reflexiona sobre la sabiduría divina y la importancia de buscarla en lugar de confiar en la sabiduría humana diabólica. Se enfoca en la voluntad de Dios y en cómo la sabiduría verdadera se refleja en una vida honesta y humilde con buenas acciones. Además, destaca la importancia de Cristo y su papel en la redención y salvación de la humanidad.


1 Reyes 4:30 - Referencia Cruzada

Su hacienda era de 7,000 ovejas, 3,000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchísima servidumbre. Aquel hombre era el más grande de todos los hijos del oriente. (Job 1:3)
Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los Egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. (Hechos 7:22)
Después de nacer Jesús en Belén (Casa del Pan) de Judea, en tiempos del rey Herodes (el Grande), unos sabios (magos) del oriente llegaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), preguntando: (Mateo 2:1)
No son más que necios los príncipes de Zoán. El consejo de los más sabios consejeros de Faraón se ha vuelto torpe. ¿Cómo dicen a Faraón: 'Yo soy hijo de los sabios, hijo de los antiguos reyes?' (Isaías 19:11)
Entonces vinieron los magos (sacerdotes adivinos), los encantadores, los Caldeos (astrólogos) y los adivinos y les conté el sueño. Pero no pudieron darme su interpretación. (Daniel 4:7)
A los hijos de sus concubinas Abraham les dio regalos, viviendo aún él, y los envió lejos de su hijo Isaac hacia el este, a la tierra del oriente. (Génesis 25:6)
Herodes (el Grande), al verse burlado por los sabios (magos), se enfureció en gran manera, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo, según el tiempo que había averiguado de los sabios (magos). (Mateo 2:16)
Y en todo asunto de sabiduría y conocimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos (sacerdotes adivinos) y encantadores que había en todo su reino. (Daniel 1:20)
Hay un hombre en su reino en quien está el espíritu de los dioses santos. Y en los días de su padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría como la sabiduría de los dioses. Y su padre, el rey Nabucodonosor, su padre el rey, lo nombró jefe de los magos (sacerdotes adivinos), encantadores, Caldeos (astrólogos) y adivinos, (Daniel 5:11)