Nueva Biblia Latinoamericana
al amar a aquéllos que lo odian y al odiar a aquéllos que lo aman. Pues hoy ha demostrado que príncipes y siervos no son nada para usted; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces usted estaría complacido. (2 Samuel 19:6)
Ahora pues, levántese, salga y hable bondadosamente a sus siervos, porque juro por el SEÑOR que si no sale, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche con usted, y esto le será peor que todo el mal que ha venido sobre usted desde su juventud hasta ahora." (2 Samuel 19:7)
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: "Miren, el rey está sentado a la puerta," entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero los de Israel habían huido, cada uno a su tienda. (2 Samuel 19:8)
Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: "El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los Filisteos, pero ahora ha huido de la tierra por causa de Absalón.
Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardan silencio respecto a restaurar al rey?" (2 Samuel 19:10)
Entonces el rey David envió mensaje a los sacerdotes Sadoc y Abiatar y dijo: "Hablen a los ancianos de Judá, y díganles: '¿Por qué son los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa? (2 Samuel 19:11)
Ustedes son mis hermanos; mi hueso y mi carne son. ¿Por qué, pues, son los últimos en hacer volver al rey?' (2 Samuel 19:12)

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2 Samuel 19:9 - Referencia Cruzada

David salía adondequiera que Saúl le enviaba, y prosperaba. Saúl lo puso sobre hombres de guerra, y esto fue agradable a los ojos de todo el pueblo y también a los ojos de los siervos de Saúl. (1 Samuel 18:5)
Y yo les contesté: 'El que tenga oro, que se lo quite.' Me lo dieron, lo eché al fuego y salió este becerro." (Éxodo 32:24)
Así que David fue a Baal Perazim, y allí los derrotó; y dijo: "El SEÑOR ha abierto brecha entre mis enemigos delante de mí, como brecha de aguas." Por eso llamó a aquel lugar Baal Perazim. (2 Samuel 5:20)
Porque puso su vida en peligro e hirió al Filisteo, y el SEÑOR trajo una gran liberación a todo Israel; usted lo vio y se regocijó. ¿Por qué, pues, pecará contra sangre inocente, dando muerte a David sin causa?" (1 Samuel 19:5)
Entonces Saúl dijo: "Así dirán a David: 'El rey no desea dote (compensación) alguna, sino cien prepucios de los Filisteos, para tomar venganza de los enemigos del rey.'" Pero Saúl pensaba hacer caer a David por mano de los Filisteos. (1 Samuel 18:25)
Y David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: "Levántense y huyamos, porque si no, ninguno de nosotros escapará de Absalón. Vayan de prisa, no sea que nos alcance pronto, traiga desgracia sobre nosotros y hiera la ciudad a filo de espada." (2 Samuel 15:14)
Después de esto, David derrotó a los Filisteos y los sometió, y David tomó el mando de la ciudad principal de mano de los Filisteos. (2 Samuel 8:1)
Pero si tienen celos amargos y ambición personal en su corazón, no sean arrogantes y mientan así contra la verdad. (Santiago 3:14)
Así venció David al Filisteo con una honda y una piedra, e hirió al Filisteo y lo mató; pero no había espada en la mano de David. (1 Samuel 17:50)
El hombre respondió: "La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí." (Génesis 3:12)