Nueva Biblia Latinoamericana
Del fulgor de Su presencia Ascuas de fuego se encendieron. (2 Samuel 22:13)
Tronó el SEÑOR desde los cielos, Y el Altísimo dio Su voz. (2 Samuel 22:14)
Envió flechas, y los dispersó, Relámpagos, y los confundió. (2 Samuel 22:15)
Entonces los abismos del mar aparecieron, Los cimientos del mundo quedaron al descubierto, Por la reprensión del SEÑOR, Por el soplo del aliento de Su nariz.
Extendió la mano desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. (2 Samuel 22:17)
Me libró de mi poderoso enemigo, De los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. (2 Samuel 22:18)
Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el SEÑOR fue mi sostén. (2 Samuel 22:19)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Samuel 22:16":

Isaías Rivera
¿De dónde viene mi socorro?
Reflexión sobre la confianza en Dios en momentos difíciles a través del pasaje de Isaías 40:25-31. author: Isaías Rivera, title: ¿De dónde viene mi socorro?, summary: El pasaje de Isaías 40:25-31 habla sobre la duda y la pregunta de dónde está Dios cuando las cosas no van bien en nuestras vidas. Isaías les recuerda al pueblo judío que Dios es el Dios eterno y que su poder es insondable. Debemos confiar en el Señor y esperar en Él, ya que si creemos en Él, Él renovará nuestras fuerzas y nos permitirá volar como las águilas. No estamos solos, el Dios eterno está con nosotros.


Omar Soto
Dios susurra - puedes oirle?
Aprende a escuchar el susurro de Dios y confiar en Él en medio de las circunstancias difíciles. Este artículo explora la historia de Elías y la revelación de Dios a través de un silbo apacible y delicado, así como la presencia divina en la vida del autor a través de las mariposas.


2 Samuel 22:16 - Referencia Cruzada

¿Te indignaste, SEÑOR, contra los ríos? ¿Contra los ríos fue Tu ira, Contra el mar Tu furor, Cuando montaste en Tus caballos, En Tus carros de victoria? (Habacuc 3:8)
Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos. (2 Samuel 22:9)
Moisés extendió su mano sobre el mar, y el SEÑOR, por medio de un fuerte viento del este que sopló toda la noche, hizo que el mar se retirara, y cambió el mar en tierra seca. Así quedaron divididas las aguas. (Éxodo 14:21)
Y El les contestó: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. (Mateo 8:26)
Al soplo de Tu aliento se amontonaron las aguas, Se juntaron las corrientes como en un montón; Se cuajaron los abismos en el corazón del mar. (Éxodo 15:8)
Lo miró el mar, y huyó; El Jordán se volvió atrás. (Salmos 114:3)
Reprendió al Mar Rojo, y se secó; Y los condujo por las profundidades, como por un desierto. (Salmos 106:9)
El reprende al mar y lo hace secar, Y todos los ríos agota. Languidecen Basán y el Carmelo, Y las flores del Líbano se marchitan. (Nahúm 1:4)
Entonces apareció el lecho de las aguas, Y los cimientos del mundo quedaron al descubierto A Tu reprensión, oh SEÑOR, Al soplo del aliento de Tu nariz. (Salmos 18:15)
Y dije: 'Hasta aquí llegarás, pero no más allá; Aquí se detendrá el orgullo de tus olas?' (Job 38:11)
Masquil de Asaf. Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se enciende Tu ira contra las ovejas de Tu prado? (Salmos 74:1)