Y la gente que había en ella, la sacó y la puso a trabajar con sierras, con trillos de hierro y con hachas de hierro; también la puso a trabajar en los hornos de ladrillos. Así hizo a todas las ciudades de los Amonitas. Entonces regresó David con todo el pueblo a Jerusalén.
(2 Samuel 12:31)Después de esto aconteció que Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy hermosa que se llamaba Tamar, de la cual se enamoró Amnón, hijo de David.
(2 Samuel 13:1)Y Amnón estaba tan atormentado a causa de su hermana Tamar que se enfermó, porque ella era virgen, y le parecía difícil a Amnón hacerle cosa alguna.
(2 Samuel 13:2)Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto.
Y éste le dijo: "Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me lo contarás?" "Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón," le respondió Amnón.
(2 Samuel 13:4)Entonces Jonadab le dijo: "Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: 'Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé algún alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo la vea y la coma de su mano.'"
(2 Samuel 13:5)Amnón se acostó y se fingió enfermo. Cuando el rey vino a verlo, Amnón dijo al rey: "Te ruego que venga mi hermana Tamar y haga dos tortas delante de mí para que yo coma de su mano."
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2 Samuel 13:3 - Referencia Cruzada
Y Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, dijo: "No crea mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes, hijos del rey, pues sólo ha muerto Amnón; porque esto había sido determinado por decisión de Absalón desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar.
(2 Samuel 13:32)Por aquel tiempo Judá se separó de sus hermanos, y visitó a un Adulamita llamado Hira.
(Génesis 38:1)Muchos buscan el favor del generoso, Y todo hombre es amigo del que da.
(Proverbios 19:6)Porque Mi pueblo es necio, No Me conoce; Hijos torpes son, No son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, Pero no saben hacer el bien."
(Jeremías 4:22)Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica.
(Santiago 3:15)Su mujer Zeres y todos sus amigos le dijeron: "Haz que se prepare una horca de 50 codos (22.5m) de alto, y por la mañana pide al rey que ahorquen a Mardoqueo en ella; entonces ve gozoso con el rey al banquete." Y el consejo agradó a Amán, y mandó preparar la horca.
(Ester 5:14)Después Isaí hizo pasar a Sama. Y Samuel dijo: "Tampoco a éste ha escogido el SEÑOR."
(1 Samuel 16:9)Amán, sin embargo, se contuvo, fue a su casa, y mandó traer a sus amigos y a su mujer Zeres.
(Ester 5:10)La serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Conque Dios les ha dicho: 'No comerán de ningún árbol del huerto'?"
(Génesis 3:1)Pero la mujer de Sansón fue dada al compañero que había sido su amigo íntimo.
(Jueces 14:20)Y Joab envió a Tecoa a traer a una mujer sabia de allí, y le dijo: "Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto;
(2 Samuel 14:2)Y el rey dijo: "¿Está contigo la mano de Joab en todo esto?" Y la mujer respondió: "Vive su alma, mi señor el rey, nadie puede desviarse ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue su siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de su sierva;
(2 Samuel 14:19)Y Amán contó a su mujer Zeres y a todos sus amigos todo lo que le había acontecido. Entonces sus sabios y su mujer Zeres le dijeron: "Si Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, es de descendencia Judía, no podrás con él, sino que ciertamente caerás delante de él."
(Ester 6:13)Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: "El es EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU propia ASTUCIA."
(1 Corintios 3:19)Cuando Judá envió el cabrito por medio de su amigo el Adulamita, para recobrar la prenda de mano de la mujer, no la halló.
(Génesis 38:20)