Nueva Biblia Latinoamericana
En verdad, tú lo hiciste en secreto, pero Yo haré esto delante de todo Israel y a plena luz del sol.'" (2 Samuel 12:12)
Entonces David dijo a Natán: "He pecado contra el SEÑOR." Y Natán dijo a David: "El SEÑOR ha quitado tu pecado; no morirás. (2 Samuel 12:13)
Sin embargo, por cuanto con este hecho has dado ocasión de blasfemar a los enemigos del SEÑOR, ciertamente morirá el niño que te ha nacido." (2 Samuel 12:14)
Y Natán regresó a su casa. Entonces el SEÑOR hirió al niño que la viuda de Urías dio a David, y se puso muy enfermo.
David rogó a Dios por el niño; y ayunó, y fue y pasó la noche acostado en el suelo. (2 Samuel 12:16)
Los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, pero él no quiso, y no comió con ellos. (2 Samuel 12:17)
Sucedió que al séptimo día el niño murió. Los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: "Si cuando el niño todavía estaba vivo, le hablábamos y no nos escuchaba, ¿cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacerse daño." (2 Samuel 12:18)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Samuel 12:15":

Brandt Gillespie
David grita
El Salmo 51 es un relato sobre el arrepentimiento de David y el perdón divino.


Dr. Roberto Miranda
No voy a ofrecer un sacrificio que no me cueste nada
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia del sacrificio y la inversión en el plano material para que se dé un proceso espiritual grandioso en la Congregación León de Judá en Boston. También se habla del valor mágico y misterioso del lugar donde se ofreció el sacrificio en 2 Samuel 24:18-25 y cómo Dios quiere usar este lugar para Su Gloria.


2 Samuel 12:15 - Referencia Cruzada

Y el SEÑOR hirió al rey, y quedó leproso hasta el día de su muerte. Y habitó en una casa separada, mientras Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la casa, gobernando al pueblo de la tierra. (2 Reyes 15:5)
Al instante un ángel del Señor lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y Herodes (Agripa I) murió comido de gusanos. (Hechos 12:23)
Jeroboam no volvió a recuperar poder en los días de Abías; y el SEÑOR lo hirió y murió. (2 Crónicas 13:20)
Vean ahora que Yo, Yo soy el Señor, Y fuera de Mí no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y Yo sano, Y no hay quien pueda librar de Mi mano. (Deuteronomio 32:39)
Escondes Tu rostro, se turban; Les quitas el aliento, expiran, Y vuelven al polvo. (Salmos 104:29)
Y unos diez días después, sucedió que el SEÑOR hirió a Nabal, y murió. (1 Samuel 25:38)
Dijo también David: "Vive el SEÑOR, que ciertamente el SEÑOR lo herirá, o llegará el día en que muera, o descenderá a la batalla y perecerá. (1 Samuel 26:10)