Nueva Biblia Latinoamericana
¿Dónde está él?" le preguntó el rey. Y Siba respondió al rey: "Está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar." (2 Samuel 9:4)
Entonces el rey David mandó traerlo de la casa de Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar. (2 Samuel 9:5)
Y Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro, se postró. Y David dijo: "Mefiboset." "Su siervo," respondió él. (2 Samuel 9:6)
David le dijo: "No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa."
El se postró de nuevo, y dijo: "¿Quién es su siervo, para que tome en cuenta a un perro muerto como yo?" (2 Samuel 9:8)
Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo: "Todo lo que pertenecía a Saúl y a su casa, lo he dado al nieto de tu señor. (2 Samuel 9:9)
Y tú, tus hijos y tus siervos cultivarán la tierra para él, y le llevarás los frutos para que el nieto de tu señor tenga alimento. Sin embargo, Mefiboset, nieto de tu señor, comerá siempre a mi mesa." Siba tenía quince hijos y veinte siervos. (2 Samuel 9:10)

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2 Samuel 9:7 - Referencia Cruzada

Y el rey le preguntó: "¿No queda aún alguien de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios?" Y Siba respondió al rey: "Aún queda un hijo de Jonatán lisiado de ambos pies." (2 Samuel 9:3)
Entonces todo el pueblo dijo a Samuel: "Ruega por tus siervos al SEÑOR tu Dios para que no muramos, porque hemos añadido este mal a todos nuestros pecados al pedir para nosotros un rey." (1 Samuel 12:19)
Y el rey dijo a Barzilai: "Pasa conmigo y yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén." (2 Samuel 19:33)
Booz le respondió: "Todo lo que has hecho por tu suegra después de la muerte de tu esposo me ha sido informado en detalle, y cómo dejaste a tu padre, a tu madre y tu tierra natal, y viniste a un pueblo que antes no conocías. (Rut 2:11)
Yo también entregué a tu cuidado la casa de tu señor y las mujeres de tu señor, y te di la casa de Israel y de Judá; y si eso hubiera sido poco, te hubiera añadido muchas cosas como éstas. (2 Samuel 12:8)
Ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste. (Lucas 1:29)
Conceda el Señor misericordia a la casa de Onesíforo, porque muchas veces me dio consuelo y no se avergonzó de mis cadenas. (2 Timoteo 1:16)
Respondió Siba al rey: "Conforme a todo lo que mi señor el rey mande a su siervo, así hará su siervo." Y Mefiboset comió a la mesa de David como uno de los hijos del rey. (2 Samuel 9:11)
Pero muestra bondad a los hijos de Barzilai el Galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa; porque ellos me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón. (1 Reyes 2:7)
Danos hoy el pan nuestro de cada día. (Mateo 6:11)
Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y Le dijo toda la verdad. (Marcus 5:33)
Ellos tenían miedo porque eran llevados a casa de José y dijeron: "Por causa del dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez hemos sido traídos aquí, para tener pretexto contra nosotros y caer sobre nosotros y tomarnos por esclavos con nuestros asnos." (Génesis 43:18)
Y el mayordomo les dijo: "No se preocupen, no teman. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha dado ese tesoro en sus costales. Yo haré constar que recibí el dinero de ustedes." Entonces les sacó a Simeón. (Génesis 43:23)
Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba, El que de mi pan comía, Contra mí ha levantado su talón. (Salmos 41:9)
que coman y beban a Mi mesa en Mi reino; y se sentarán en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. (Lucas 22:30)
Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. (Lucas 1:12)
Solamente teman al SEÑOR y sírvanle en verdad con todo su corazón; pues han visto cuán grandes cosas ha hecho por ustedes. (1 Samuel 12:24)
Entonces David dijo: "¿Hay todavía alguien que haya quedado de la casa de Saúl, para que yo le muestre bondad por amor a Jonatán?" (2 Samuel 9:1)
Fortalezcan las manos débiles Y afiancen las rodillas vacilantes. (Isaías 35:3)
Le cambió sus vestidos de prisión, y comió siempre en la presencia del rey, todos los días de su vida; (2 Reyes 25:29)
Entonces sus hermanos vinieron también y se postraron delante de él, y dijeron: "Ahora somos tus siervos." (Génesis 50:18)
Porque toda la casa de mi padre no era más que hombres muertos ante mi señor el rey. Con todo, puso a su siervo entre los que comían a su propia mesa. ¿Qué derecho tengo todavía para quejarme más al rey?" (2 Samuel 19:28)
En aquel día los muertos por el SEÑOR estarán desde un extremo de la tierra hasta el otro. No los llorarán, ni los recogerán, ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la superficie de la tierra. (Jeremías 25:33)
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)