Benaía, hijo de Joiada, era jefe de los Cereteos y Peleteos; y los hijos de David eran ministros principales.
(2 Samuel 8:18)Entonces David dijo: "¿Hay todavía alguien que haya quedado de la casa de Saúl, para que yo le muestre bondad por amor a Jonatán?"
(2 Samuel 9:1)Y había un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, y lo llamaron ante David. Y el rey le dijo: "¿Eres tú Siba?" "Su servidor," respondió él.
(2 Samuel 9:2)Y el rey le preguntó: "¿No queda aún alguien de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios?" Y Siba respondió al rey: "Aún queda un hijo de Jonatán lisiado de ambos pies."
¿Dónde está él?" le preguntó el rey. Y Siba respondió al rey: "Está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar."
(2 Samuel 9:4)Entonces el rey David mandó traerlo de la casa de Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar.
(2 Samuel 9:5)Y Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro, se postró. Y David dijo: "Mefiboset." "Su siervo," respondió él.
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2 Samuel 9:3 - Referencia Cruzada
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros.
(Tito 3:3)Y él respondió: "Oh rey, señor mío, mi siervo me engañó; pues su siervo se dijo: 'Me aparejaré un asno para montar en él e ir con el rey,' porque su siervo es cojo.
(2 Samuel 19:26)Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de los pies. Este tenía cinco años cuando de Jezreel llegaron las noticias de la muerte de Saúl y Jonatán, y su nodriza lo tomó y huyó, pero sucedió que en su prisa por huir, él se cayó y quedó cojo. Su nombre era Mefiboset.
(2 Samuel 4:4)Sin embargo, el SEÑOR se agradó de tus padres, los amó, y escogió a su descendencia después de ellos, es decir, a ustedes, de entre todos los pueblos, como se ve hoy.
(Deuteronomio 10:15)Porque El amó a tus padres, por eso escogió a su descendencia después de ellos; y personalmente te sacó de Egipto con Su gran poder,
(Deuteronomio 4:37)Sean ustedes misericordiosos, así como su Padre es misericordioso.
(Lucas 6:36)Y si todavía vivo, ¿no me mostrarás la misericordia del SEÑOR, para que no me maten.
(1 Samuel 20:14)Pero Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen,
(Mateo 5:44)