Nueva Biblia Latinoamericana
Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que estaba en su cabeza y la pulsera que estaba en su brazo, y los he traído aquí a mi señor." (2 Samuel 1:10)
Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, y así hicieron también todos los hombres que estaban con él. (2 Samuel 1:11)
Se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y por la casa de Israel, porque habían caído a espada. (2 Samuel 1:12)
David le preguntó al joven que se lo había contado: "¿De dónde eres?" "Soy hijo de un extranjero, un Amalecita," le respondió.
Y David le dijo: "¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?" (2 Samuel 1:14)
Llamando David a uno de los jóvenes, le dijo: "Ve, mátalo." Y él lo hirió, y murió. (2 Samuel 1:15)
Y David le dijo: "Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: 'Yo he matado al ungido del SEÑOR.'" (2 Samuel 1:16)

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2 Samuel 1:13 - Referencia Cruzada

Y él me dijo: '¿Quién eres?' Y le respondí: 'Soy un Amalecita.' (2 Samuel 1:8)